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Cada vez más personas se están viendo afectadas por la verdadera pandemia de miedo y ansiedad que está generando el coronavirus conocido como SARS-CoV-2.
El continuo bombardeo masivo de noticias y programas especiales que desde hace ya un año ocupa los medios de comunicación, está desgastando la psique de las personas que no cuentan con las herramientas para gestionar tanto sufrimiento mental.
El miedo es paralizante. Existen personas que sienten verdadero pánico a abandonar sus hogares e ir a una tienda a comprar ropa, o realizar tareas básicas que requieran relacionarse con otros seres humanos.
¿Esta conducta aislacionista está verdaderamente justificada a tenor de las últimas cifras oficiales de la Organización Mundial de la Salud?
Según datos oficiales de una recopilación de 61 estudios publicado recientemente por la Organización Mundial de la Salud sobre la letalidad real de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, se descubre que para los menores de 70 años, el porcentaje de población que muere a consecuencia de verse infectado por el virus oscila entre el 0,00% (nadie), y el 0,31% , prácticamente nadie.
En 51 lugares, la media de la tasa de letalidad por la infección fue aún menor, del 0,27% de los infectados. La conclusión de dicho estudio publicado en enero de 2021, es la siguiente:
[1]“La tasa de letalidad por infección de la COVID-19 puede variar de manera sustancial en diferentes lugares […] Las tasas de letalidad por infección que se calculan tienden a ser mucho más bajas que las estimaciones realizadas a principios de la pandemia” John P. A. Ioannidis, autor del boletín de la OMS
En el otro extremo de letalidad de una pandemia recordaremos que la enfermedad llamada “El Sudor Inglés” [2], que se produjo en varios países de Europa entre los siglos XV y XVI (y que desapareció de forma misteriosa), mataba al 40% de los infectados en cuatro (¡4!) horas. Afectaba sobre todo a hombres de todas las clases sociales, provocando una sudoración pestilente y una fuerte respuesta autoinmune. El "sudor inglés" fue una pandemia con todas las letras, los pocos que lograban aguantar 24 horas, sobrevivían.
Es un hecho conocido que los pensamientos negativos sobre el futuro se multiplican exponencialmente en la mente de los seres humanos, retroalimentándose y provocando la generación de ansiedad, acompañado de un aumento de la generación de las hormonas relacionadas con el estrés, como la adrenalina, la somatotropina, la epinefrina, y, sobre todo, la hormona reina relacionada con el estrés, el cortisol.
Los practicantes de Mindfulness, ya sea como alumnos o como instructores, saben que prestar reiterada atención a los pensamientos negativos los perpetúa, aportándoles una energía que los nutre indefinidamente.
Ningún organismo finito puede soportar el peso de noticias negativas infinitamente.
Este proceso de creación de pensamientos negativos es conocido como ‘rumiación’, y tiene lugar de forma cíclica cuando nuestra mente es incapaz de dejar de tener pensamientos negativos en bucle, lo que nos provoca ansiedad, miedo al futuro, y en casos graves provoca desesperación absoluta, con riesgo de depresión laboral grave crónica.
¿QUÉ PUEDO HACER?
Cuando ese escenario de terror continuado se impone día tras día, más que nunca debemos convertirnos en observadores de nuestra propia mente. A continuación, veamos algunos consejos útiles para mejorar nuestros niveles de cortisol en nuestra vida cotidiana, en este escenario de sobreinformación generalizada:
1. CUESTIÓN DE SUPERVIVENCIA:
Si cuando estamos mirando las noticias en nuestra pantalla, experimentamos ataques de ansiedad, de estrés, o incluso de pánico, el primer recurso que debemos utilizar es darnos cuenta de su causa, y apagar el televisor o el smartphone de forma inmediata, cambiar de cadena, ver un vídeo alegre en cualquier plataforma por streaming, escuchar música, leer un buen libro o meditar.
Practicar esta ‘desconexión consciente’ de forma habitual es una forma eficiente de autodefensa ante el ataque que los medios de comunicación producen día sí y día también, a la estabilidad y equilibrio de nuestra mente.
AUTODEFENSA: ¿es necesario tener el televisor encendido de fondo, machacándonos con datos sobre la pandemia, mientras tú chequeas tus fotos de Instagram o repasas tu cuenta de Twitter? ¿O debemos irnos acostumbrando a relajarnos con música suave e inspiradora, mientras ponemos nuestra atención en las redes sociales?
2. DOSIFICAR NUESTRA RESISTENCIA A ESTÍMULOS NEGATIVOS:
Debemos utilizar la capacidad que nos concede nuestra imaginación para visualizar un escenario alternativo más positivo. Eso conseguirá ir domando nuestra mente hacia posibles futuros alternativos más favorables a nuestros intereses.
[3] “Para que la verdadera libertad surja, es necesario empezar a utilizar el corazón y parar la razón, la cual crea el miedo. Y con miedo en la mente no puede existir amor en el corazón” – Luis Boleda, autor de “La Wifi de Dios”
3. FACTA NON VERBA
Según la Universidad de Harvard, parar la mente que razona en contra de nuestro bienestar, solo es posible mediante 4 métodos:
- La RESPIRACIÓN CONSCIENTE: realizar largas inspiraciones en los momentos en que la ansiedad amenace con desestabilizarnos. Eso y cortar la fuente de desequilibrio de forma inmediata. Mientras se respira de forma consciente y prolongada es imposible tener ansiedad, es una ley física como que uno mismo no puede lamerse el codo. La oxigenación profunda produce un relajamiento de la respuesta "Ataque-Huida".
- LA RELAJACIÓN CORPORAL: tendidos en el suelo en postura (asana) shavasana : estirados en una esterilla de yoga con brazos extendidos ligeramente hacia los lados, y manos hacia arriba, de forma metódica vamos relajando conscientemente cada parte de nuestro cuerpo, sin dejarnos los órganos internos y los músculos de cara y del cuero cabelludo.
- LA MEDITACIÓN: iniciarnos en la meditación no es cosa fácil, puesto que la mente siempre quiere alimentarse de razones, argumentos, certezas... pero según Eckhart Tolle, de eso puede depender seguir viviendo con una salud mental óptima, o enfermar prematuramente. Y el cuarto método para parar la mente es...
- El EJERCICIO FÍSICO: El cuarto método aconsejado por Harvard es quemar calorías, la mejor manera de desconectar la producción de hormonas en las glándulas suprarrenales. La práctica habital de ejercicio, como andar vigorosamente, correr, o realizar yoga, interrumpe la capacidad del nervio vago de enviar la orden de generar esas hormonas negativas para nuestra estabilidad física, psíquica y emocional.
BIBLIOGRAFÍA:
[1] OMS: Tasa de letalidad por la infección de la COVID-19 calculada a partir de los datos de seroprevalencia. https://www.who.int/bulletin/volumes/99/1/20-265892-ab/es/
Prince Harry says he left royal life because UK press was 'destroying' his mental health
[2] «El sudor inglés», la misteriosa enfermedad que asolaba a los ricos y desapareció de la historia - ABC
[3] “La Wifi de Dios” – Luis Boleda 12/12/2020 pág. 163. 1ª edición
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