La hipersexualidad se define como un incremento de la libido que motiva a quien lo tiene a aumentar su actividad sexual, dependiendo de ello para calmar su ansiedad y vacío existencial.
Los motivos aún no están claros para la comunidad científica, pero se barajan las siguientes hipótesis que pueden ejercer su influencia tanto a nivel individual (causa única), como colectivo (que el trastorno se corresponda a una combinación de dos o más de estos factores).
- Las carencias emocionales: no sentirse apreciado por lo que uno es sin tener que realizar actos sexuales en contraprestación por el tiempo que nos dedica, la persona que queremos.
- La falta de afectividad en el entorno familiar, con antecedentes de alcoholismo, indica propensión genética a comportamientos adictivos.
- El trastorno bipolar: estas personas presentan enormes oscilaciones en la libido según su estado de ánimo. Su promiscuidad va mucho más alta de lo que ellos mismos pueden reconocer como normal. La protagonista de “Homeland”, está basada en éste perfil.
La combinación del trastorno bipolar, con las dos primeras causas anteriormente expuestas, incrementa el riesgo de padecer enfermedades mentales que requieran asistencia médica especializada. En la mayoría de los casos, los propios enfermos no se dan cuenta de su situación.
- Algunos medicamentos como el pramipexol, un fármaco para el tratamiento del Parkinson.
- Tumores en las glándulas suprarrenales.
- Víctimas de abusos emocionales, físicos o sexuales en su infancia.
Aunque los medios de comunicación se han apresurado a definirlo como adicción, los especialistas prefieren considerarlo un comportamiento compulsivo u obsesivo, dejando el término “adicción” para casos verdaderamente extremos que degeneran en comportamientos de abusos.
El término hipersexualidad reemplaza al que se utilizaba para las mujeres, (ninfomanía) y al que se asociaba a los hombres (satiriasis).
Ninfómanas y sátiros ahora son personas hipersexuales, no diagnosticándose como tal sino afecta a la comodidad personal o a las relaciones sociales.
Los hipersexuales suelen tener problemas laborales, familiares, económicos y sociales, y no pueden evitar que su vida gire alrededor del sexo. Puede darse el caso de que, si la primera experiencia sexual fue arrolladoramente intensa, o si con la primera pareja sexual la compenetración fue totalmente positiva, la tendencia sea intentar repetir esa experiencia una y otra vez, intentando duplicar así el clic que experimentan los drogadictos en su primera experiencia con las drogas.
Eros (Vida) se convierte en Thanatos (Muerte) cuando su pulsión se convierte en una pasión incontrolable que devasta a la propia persona, del mismo modo que destruye a las que están a su alcance - Javier Melloni
Y así se iniciaría probablemente los problemas derivados de la hipersexualidad en personas predispuestas. De no conseguirse el propósito de encontrar la pareja sexual perfecta, los niveles de frustración irán en aumento, y con el tiempo el efecto satisfactorio de la cópula irá disminuyendo, lo que obligará a aumentar la frecuencia de las relaciones para conseguir huir de la insatisfacción.
El efecto secundario de todo ello será que la vida social de la persona afectada se degradará, sobretodo si formó una familia, pero también en el círculo de amistades, o en el ambiente laboral.
En todos estos ambientes, la persona afectada por hipersexualidad tenderá a utilizar a los demás como moneda de cambio.
SÍNTOMAS LEVES DE LA HIPERSEXUALIDAD- La sexualidad empieza a vivirse, no como algo que produce placer, sino al contrario, genera ansiedad y el efecto saciador tiende a desaparecer cada vez más rápido.
- La actividad sexual pasa a ser el centro de la existencia del individuo, lo que degrada la eficacia en el trabajo y tiende a generar conflictos.
- Se empieza a tener problemas de confianza con la pareja, que sospecha todo el tiempo. Además se invierte una gran cantidad de tiempo y recursos en planificar los encuentros sexuales, consumir pornografía o visitar prostíbulos o chats de sexo, lo que resta calidad a la relación.
- El círculo de amistades disminuye puesto que todo el mundo es objetivo sexual, y entre los que rechazan la proposición y los que la aceptan, las probabilidades más factibles es que dejen de ser amigos del afectado a corto – medio plazo.
SÍNTOMAS GRAVES DE LA HIPERSEXUALIDAD
- Al no controlar el hábito y volverse cada vez menos precavidos, el sexo se cruza con las Enfermedades de Transmisión Sexual. Las infecciones más comunes son candidiasis, la clamidia, enfermedad inflamatoria pélvica (que en casos graves provoca infertilidad), gonorrea, herpes genital, sífilis, virus del papiloma humano (muy frecuente) o VIH.
- En fases avanzadas de la hipersexualidad se prefiere mantener encuentros sexuales anónimos; de esta manera, buscan satisfacer sus deseos en lugares concretos que ofrecen contactos con desconocidos, como son los aparcamientos, los clubes de intercambio de parejas o las saunas, lo que aumenta el riesgo de encontrarse en situaciones difíciles con todo tipo de personas inestables o directamente pervertidos, abusadores o psicópatas.
- También es típico manejar la sexualidad como moneda de cambio, es decir, los afectados son adictos a actividades sexuales como el sexo telefónico o los prostíbulos o se ofrecen ellos mismos a cambio de dinero, favores o todo tipo de regalos.
- En el caso extremo de la adicción sexual, también pueden aparecer comportamientos delictivos: muchos adictos tienen comportamientos exhibicionistas o voyeristas. Sin olvidar los actos de abusos (tocamientos a otros sin su permiso), extralimitarse aprovechándose de estar en una situación de poder o incluso buscar relaciones sexuales con menores de edad sin consentimiento, tratar de espiar a la gente en sus habitaciones, hacer llamadas telefónicas obscenas, o cometer agresiones sexuales violentas leves o graves.
- Algunas veces estos comportamientos están asociados a otras adicciones como al alcohol o al abuso de ciertos medicamentos, lo que puede comprometer seriamente la salud física y psíquica de la persona.
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