Ningún producto
Ya hemos hablado de los daños físicos que puede causar el aluminio. Ahora hablemos de los mentales.
Cada día más científicos le señalan como uno de los detonantes en la degeneración neuronal causada por la enfermedad de Alzheimer, el autismo o el resto de enfermedades neuro-degenerativas.
Independientemente que tenga que ver o no con el origen del Alzheimer, el aluminio es un neuro-tóxico que penetra en el cerebro afectando las mismas zonas que en los casos de pacientes con la enfermedad de Alzheimer.
Problemas de memoria, de lenguaje y de sociabilización podrían ser provocados perfectamente por neuro-toxicidad del aluminio.
Por ejemplo, los dentistas son una profesión muy expuesta al alzheimer. En su trabajo diario trabajan en contacto con amalgamas de aleaciones que contienen aluminio y mercurio.
Es importante conocer que las causas de las principales enfermedades neurodegenerativas son desconocidas. Hasta que no se sepa porqué se producen, todas las hipótesis son posibles.
Pero la hipótesis que ahora está de moda y que en principio (aunque muy contestada) explica el incremento de casos de Alzheimer y enfermedades de demencia senil, se llama la “hipótesis beta amiloide”.
En esta teoría, el Alzheimer se origina a partir de la sustitución de neuronas humanas por proteínas beta amiloide no especializadas, producto de los metabolitos (toxinas) que van acumulándose en nuestro cerebro por el paso de los años. Hasta el momento se han descubierto hasta 7 mutaciones en el gen de la proteína precursora amiloide, y todas aumentan la producción de beta-amiloide de 1 a 41 aminoácidos, que conducen a las agregaciones fibrilares tóxicas en el cerebro.
Pero esta teoría no es la única ni tiene porque ser la principal causante de estas neuro enfermedades.
Porque como dice Justo García de Yébenes, profesor de neurología de la Universidad Autónoma y jefe de servicio de la Fundación Jiménez Díaz:
Entonces, si la hipótesis beta-amiloide no provoca el deterioro cognitivo en nuestro cerebro...
¿Cuál es la causa?
Allen roses, científico descubridor del gen que incrementa las posibilidades de desarrollar la enfermedad del Alzheimer, denuncia que cuando empezó a investigar áreas que no tenían nada que ver con la proteína amiloide para determinar el origen del cáncer, perdió su fuente de financiación.
O sea, mientras miras donde miran todos, no pasa nada, a la que el investigador decide mirar por su cuenta en otros sitios, se le aparta. Parece el chiste del hombre borracho que busca las llaves muy lejos de donde las ha perdido, sólo porque debajo de la farola hay luz.
Lo que pasa es que el Alzheimer y la demencia no son unas llaves. Ésta enfermedad afecta a 50 millones de personas en todo el mundo y se prevé que para el 2040 llegue a alcanzar la cifra de 250 millones.
El 25 de febrero de 2015, Harvard Gazette, la revista científica de la prestigiosa Universidad de Harvard, publicaba un artículo en el que descartaba la “Hipótesis Amiloide” como origen de la enfermedad de Alzheimer. El cuerpo del artículo puede resumirse de la siguiente manera:
“Para explicar el exponencial aumento del Alzheimer con la edad, hemos observado lo que pasaba con los orgánulos productores de energía, las células mitocondriales. Existe un mecanismo basado en el hecho de que el ADN mitoconfrial tiene una alta tasa de mutación y que los orgánulos generan menos energía con la edad. Siempre nos hemos centrado en lo mismo, las proteínas (amiloides) y la genética, y eso nos ha llevado a un punto en el que, a pesar de invertir miles de millones de dólares en investigación, no estamos más cerca de una terapia que ni siquiera modifique la enfermedad. Esperar que una proteína pudiera ser responsable de una enfermedad relacionada con la edad, simplemente no tenía sentido”.
Otros esfuerzos en investigación médica pasados: Stanley Prusiner, Premio Nobel de Química 1977, sudó tinta para que la comunidad científica internacional reconociera su logro, la identificación de los “priones” como los responsables del mal llamado “de las vacas locas”.
Gracias al descubrimiento de los priones, (proteínas sin ácido nucléico/ADN), los científicos se enteraron de que una enfermedad causada por una proteína, podía tener tanto un origen genético (interno), como un origen infeccioso (externo).
O sea, el alzheimer no sólo puede ser una lotería causada por la carga genética de nuestros padres, sino que lo normal es adquirirlo a través de la comida, la bebida, el aire que respiramos, o los productos que nos ponemos en la piel que los contienen.
En la misma Harvard Gazette, se publica otro artículo de la investigadora sobre los efectos del arsénico en el agua de Bangladesh, Sylvia Mortoza en el que se lee:
“Las diversas vías bioquímicas responsables de la absorción de aluminio desde el intestino, y su transferencia a través del cuerpo, y la acumulación en los tejidos óseos y de los nervios han sido documentadas en una revisión de los mecanismos de la neurotoxicidad del aluminio. (Kruck y McLaughlan, 1988)
Las autopsias de las víctimas de la enfermedad de Alzheimer han revelado cantidades excesivas de aluminio y silicio en el cerebro, esto sugiere que cantidades excesivas de aluminio en la dieta o en los medicamentos, combinada con una falta de varios minerales esenciales, (calcio y magnesio) directa o indirectamente predisponen a la enfermedad de Alzheimer.
De hecho, los científicos dividen los orígenes de las enfermedades neurodegenerativas en dos grupos:
- ENDÓGENOS: genéticos y metabólicos. Los menos habituales.
- EXÓGENOS: ambientales y relacionados con el estilo de vida, lo que comemos, bebemos y respiramos, y si hacemos deporte o no. Los más comunes.
Según el neuropatólogo Dr. Daniel Perl de University of Vermont College of Medicine, los déficits de calcio y magnesio unidos a la acumulación de metales como el aluminio pueden ser fundamentales en la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
Según sus propias palabras escritas en “Aluminium and Alzheimer`s disease, a personal perspective after 25 years”:
“Aunque es poco probable que el aluminio represente una causa etiológica (razón o causa primera) de la enfermedad de alzheimer, creemos que este elemento altamente reactivo, puede desempeñar un papel activo en la patogénesis de las lesiones neuropatológicas críticos en la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos relacionados”.
O sea, según este investigador, si el aluminio no causa directamente el Alzheimer, como mínimo ayuda a desencadenar todos los procesos que desembocan en la temida enfermedad.
El doctor Vicente Felipo, director del Laboratorio de neurobiología e Investigaciones Biomédicas Príncipe Felipe y coautor del libro “Aluminio y Alzheimer” opina que existen pruebas suficientes para relacionar trastornos cognitivos como pérdida de memoria y déficit de atención, con:
- PCB (difelinos policlorados).
- Metilmercurio.
- Aluminio.
“Es esencial que se sepa que, en el caso de las enfermedades neurodegenerativas, como mucho entre el 5% y el 10% son genéticas” – Dr. Vicente Felipo
El 90% restante implica que la mayoría de las causas de las enfermedades neurodegenerativas como el ELA son debidas a:
- Exposición a tóxicos (metales pesados, pesticidas, herbicidas, disolventes)
- Trabajos que implican esfuerzo físico excesivo o un ejercicio físico excesivo.
- Traumatismos cráneo-encefálicos.
- Tabaquismo.
(Fuente: Hospital de Bellvitge)
Si el Alzheimer, demencia senil, Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), ataxia de Friedreich, la enfermedad de Huntington, la demencia con cuerpos de Lewy, y la atrofia muscular espinal, son enfermedades que afectan al ser humano y no sabemos los porcentajes de las toxinas que los ocasionan, deberemos fiarnos de los estudios científicos y de los expertos.
Como dicen los doctores José A. Obeso, M.C. Rodríguez-Oroz y Zamarbide, del Area de Neurociencias de la Universidad de Navarra:
“Entre las toxinas específicas capaces de inducir un cuadro específico parkinsoniano se conocen el cianuro, cobre, aluminio, monóxido de carbono y manganeso”
ALUMINIO Y PROTECTORES GÁSTRICOS
El doctor Hervig Holzer es especialista en riñón.
Cuando los medicamentos tipo antiácidos, (como el Almax Forte) comenzaron a incluir en su composición hidróxido de aluminio, empezaron a pasar algunas cosas, y ciertamente, según el doctor Holzer radicado en Viena, ninguna buena:
“Sorprendentemente gente joven empezó a demostrar síntomas de apoplejía y alzheimer. Cuando el aluminio penetra en el cerebro, los efectos tóxicos se propagan de tal manera que no dejan experimentar ninguna mejoría. “
Curiosamente, la mayoría de anti-ácidos lo advierte en su prospecto que cualquier usuario puede leer: “Puede causar demencia senil en usos prolongados”.
Eso significa que los fabricantes de medicamentos no son conscientes que la mayoría de nosotros leemos “poco o nunca” los prospectos y que los farmacéuticos tampoco avisan a pacientes que recurren de forma crónica a medicamentos anti-ácidos que pueden perder sus facultades mentales debido a ellos.
En un estudio realizado por la Universidad de Sao Paulo, se intentaron poner encima de la mesa TODOS los estudios realizados en el mundo sobre la relación entre el aluminio y el Alzheimer en el mundo y tras analizarlos se llegó a las siguientes conclusiones:
Se comprobó que el 68% de las investigaciones mundiales probaron la relación existente entre el aluminio y el alzheimer.
“Los resultados mostraron que el Aluminio interviene en diversos procesos neurofisiológicos responsables de la degeneración característica de la enfermedad de alzheimer. A pesar de las polémicas existentes en todo el mundo sobre el papel de aluminio como un factor de riesgo para la ELA, en los últimos años, la ciencia ha demostrado que el Aluminio se asocia con el desarrollo del Alzheimer”.
Nos gustaría que sacárais algo de tiempo para poder revisar el documental que "La 2" de Radiotelevión Española emitió en su momento sobre el aluminio y las enfermedades neurodegenerativas.
RIESGOS DEL ALUMINIO
Si queréis averiguar cómo podemos protegernos contra la acumulación de aluminio en nuestro organismo, consultad el siguiente artículo.
FUENTES:
Organización Mundial de la Salud - "Demencia" NYU Langone Medical Center “Toxicidad por aluminio”. IARC “Occupational exposures during aluminium production”. Hospital de Bellvitge - ¿Qué es la ELA: CAUSAS? L. Tomljenovic and C.A. Shaw “Aluminum Vaccine Adjuvants: Are they Safe? Current Medicinal Chemistry, 2011,18, 2630-2637 Universidad de Sao Paulo: “Aluminum as a risk factor for Alzheimer's disease” Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo – Metales, propiedades químicas y toxicidad. Arpal.org – “Un nuevo estudio afirma que las latas de aluminio son el envase más sostenible.” BBC MUNDO – “El aluminio un metal que no deja de sorprender” ARRI (Autism Research Review International) “Entretien avec le Dr. Robert Sears: quelle est la dangerosité de l`aluminium des vaccins? Volume 22, No 1, 2008 Journal of Hazardous Materials: "El humo de los fuegos artificiales perjudica la salud" Harvard Gazette: "A new understanding of Alzheimer’s” Dr. Daniel Perl: “Aluminium and Alzheimer`s disease, a personal perspective after 25 years”
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