Ningún producto
El DESEO mueve al mundo, nos ayuda a no estancarnos, y evita que el ser humano involucione.
Etimológicamente hablando, DESEO proviene de "de-siderare", que significa "Echar de menos a los astros".
¿EXISTE SOLAMENTE EL DESEO SEXUAL?
Aunque nuestra tendencia es identificar el deseo al sexo, incluso al amor, esto no siempre es así puesto que podemos desear en múltiples formas.
Históricamente el deseo ha sido estudiado por todo tipo de hombres sabios, Platón lo llamó "eros", Freud le llamó "libido", Maister Eckhart lo denominó "atravesar", Henri Bergson "élan vital" (impulso vital), Spinoza hablaba de "Conatus", y Schopenhauer "Voluntad".
El deseo es una energía que nos impulsa hacia la persona, objeto o circunstancia que nos atrae, y eso hace que el mundo pueda girar, que la humanidad no implosione.
Pero mal gestionado también puede convertirse en una obsesión, un obstáculo para nuestro crecimiento y evolución personal.
Esto incluye tanto el deseo por otras personas, como por cosas materiales que pueden llegar a ahogar nuestro matrimonio, nuestra economía, o nuestra estabilidad mental, emocional o espiritual.
Gestionar mal nuestro deseo, provoca caer en la infidelidad o sea, significa desear personas, objetos o circunstancias que quizá no nos convengan, y que si, una vez resarcido el deseo, pudiéramos viajar en el tiempo hacia atrás, no repetiríamos esa experiencia. Ese tipo de deseo sirve para llenar un vacío existencial (puntual o cronificado) en la psique de la persona que lo sacia.
Proporciona una felicidad efímera cuyo precio a pagar a la larga es siempre, una angustia vital y una infelicidad llena de arrepentimiento.
"El deseo (kâma) lo oscurece todo, al igual que el humo oscurece el fuego y el polvo impide que el espejo refleje la imagen, o al igual que el feto está cubierto por su envoltorio" - Bhagavad Gita 3, 38
En suma, vigila lo que deseas porque puede ser que te lo concedan.
Foto: Abraham Maslow
(1908-1970)
Abraham Maslow fue un psicólogo estadounidense conocido como uno de los fundadores y principales exponentes de la psicología humanista, una corriente psicológica que postula la existencia de una tendencia natural humana básica, orientada hacia la salud mental.
Obtuvo una importante notoriedad, no sólo en el campo de la psicología sino en el ámbito empresarial del marketing o la publicidad.
Él fue el inventor del concepto de 'La pirámide de Maslow':
También conocida como 'Jerarquía de las necesidades humanas', es una teoría psicológica propuesta en su obra "Una teoría sobre la motivación humana" (en inglés, 'A Theory of Human Motivation') de 1943. Maslow formula en su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide).
Según sus teorías, disponemos de varios tipos de deseos:
PRIMER NIVEL:
Si hablamos a nivel físico, las personas disponemos de dos tipos de deseos:
A. EL DESEO NUTRICIONAL
Según Carl Gustav Jung, existe otro instinto más fuerte aún que el deseo sexual, el deseo nutricional, sin la constante búsqueda de una alimentación adecuada que nos permita tener una vitalidad aceptable, (o una temperatura exterior aceptable), no tenemos fuerzas, ni el estado de ánimo necesario para ni tan siquiera pensar en el sexo.
Según la pirámide de Maslow, primero debemos cubrir las necesidades básicas (comer, beber, dormir) y una vez saciadas éstas, nos apetecen otro tipo de satisfacciones.
B. EL DESEO FÍSICO
Según Spinoza y Freud, la energía de la vida viene del deseo sexual. El placer físico y psicológico que nos proporciona consumar el acto sexual, tiene como consecuencia la conservación del instinto de procrear y la perpetuación de la especie.
Además de ser fuente de todo tipo de traumas y comportamientos reprimidos. Entre la hipersexualidad (adicción al sexo) y el trastorno del deseo sexual hipoactivo, (pérdida del deseo), existe toda una gama de conductas sexuales intermedias que nos ayudan a equilibrarnos.
Se dice que el objetivo del sexo tántrico es equilibrar cuerpo, mente y espíritu, a través de la energía sutil sexual.
De estos dos instintos primarios, el sexual y el nutricional, proviene el placer de la sexología y la gastronomía, que nos ayudan a sobrellevar nuestra existencia, y se convierten en la fuente de energía primordial para sustentar el resto de niveles de la pirámide.
SEGUNDO NIVEL:
EL DESEO DE PROTECCIÓN
Son tres los factores que condicionan éste nivel:
1. El primer factor es la seguridad de la salud física (proteger al propio cuerpo).
2. El segundo factor es la necesidad de proteger los bienes y los activos (dinero, posesiones, vehículos).
3. El tercer factor comprende la necesidad de vivienda (la cual comprende los dos factores anteriores, (protegiendo nuestro cuerpo de los condicionantes externos (frío, lluvia), y nuestros bienes de posibles hurtos).
TERCER NIVEL:
DESEO DE ACEPTACIÓN
La necesidad de PERTENENCIA a un entorno social genera un deseo de ACEPTACIÓN, ser aceptado por la comunidad como uno más.
A éste nivel se asocian las relaciones de amistad, de familia, los deportes de grupo, y son la clave que explica el gran éxito que están alcanzando hoy en día las redes sociales.
Uno de los baremos más importantes para medir la FELICIDAD personal, es establecer el nivel de dicha que nos proporciona nuestra vida social.
El deseo de aceptación nos impulsa a comportarnos de determinada manera para evitar el rechazo y lograr ser reconocidos como amigos o aliados.
Esto coarta negativamente el desarrollo de personalidades “diferentes” puesto que la tendencia humana será parecerse o mimetizarse a la masa social que nos envuelve, eliminando así cualquier brote de individualismo.
En la sociedad occidental se puede ser feliz de formas “no convencionales”, como las mujeres que optan por hacerse monjas, o los practicantes del tantra, del poliamor o del Buen Vivir o "Sumak Kawsay" (en kichwa, personas que huyen conscientemente del “progreso” y el “desarrollo”).
CUARTO NIVEL:
DESEO DE RECONOCIMIENTO
La necesidad de AUTOESTIMA/EGO nos lleva a tener deseos de RECONOCIMIENTO, de nuestros logros y capacidades. Una autoestima alta denota confianza en uno mismo y en nuestras aptitudes, mientras que una autoestima baja es señal de falta de fe en lo que somos capaces de desarrollar por nuestros medios.
En este caso, el equilibrio consiste en tener la autoestima lo suficientemente alta para tener una cierta valentía que nos será útil ante los obstáculos de la vida, y lo suficientemente baja para respetar la opinión y libertad de las personas que nos rodean.
Esto nos permitirá no sucumbir ante esa tentación tan humana consistente en decidir el futuro más conveniente para los demás, y que tan funestas consecuencias ha tenido en la imposición de criterios por parte de los que se creen superiores al resto de humanos.
QUINTO NIVEL:
DESEO DE TRASCENDENCIA
La AUTORREALIZACIÓN, en la cúspide, significa el anhelo de alcanzar la meta del conocimiento del sentido de la vida, y nos permite el desarrollo de nuestras habilidades personales a un nivel máximo.
Entonces se produce el deseo de TRASCENDENCIA, del latin “Trans” que significa “más allá” y “scando” que significa “escalar”
(muy apropiado al tratarse de una pirámide).
La trascendencia significa “pasar de un ámbito a otro”, subir de nivel atravesando el límite que separa dos etapas.
Se opone a la inmanencia, (literalmente, “permanecer dentro”).
Cuando el hombre llega a este punto, sufre la metamorfosis de la mariposa, abandonando su cuerpo mental de limitaciones auto-impuestas y su cuerpo físico de materialidad tan densa, y fluye hacia otro nivel de auto-aceptación y desprendimiento del ego.
Entonces empieza lo que el escritor, antropólogo y jesuita Javier Melloni llama el "Deseo Esencial", encarnado en la figura poco conocida de los místicos, algunos de los más conocidos a nivel mundial son Rumi, Kabir, Santa Teresa o San Juan de la Cruz.
LOS MÍSTICOS
De la misma manera que el amante desea desesperadamente al objeto de su deseo, el amante de la Divinidad va en busca de ella de forma igualmente intensa.
"Mientras el sediento busca el agua, el agua está buscando también al sediento" - Rumi (S. XIII)
En muchas ocasiones, el vacío existencial actual tiene su raíz en un deseo que no puede ser satisfecho. La población humana corre de un centro comercial a otro deseando terminar con el deseo insaciable que ese vacío le provoca. Amar incondicionalmente y ser amados de igual manera es nuestro deseo como humanos, y ese deseo es satisfecho por la Divinidad a poco que nos paremos a pensar en ello:
"Tenemos deseo de Dios, anhelo de reunificarnos con el Origen, que nos hace participar de Él por medio de la existencia; desde el punto de vista de Dios, somos su Deseo. Creados como expansión de su ser, somos la forma, la expresión, el contorno y la ocasión de su Deseo. Somos Él en su acto de darse en nosotros. Ese es el Deseo Esencial" - Javier Melloni
Y añadimos, para eso tenemos libre albedrío, para darnos cuenta de que podemos elegir amarnos unos a otros como extensiones de la Divinidad, o seguir padeciendo el sufrimiento de la falta de amor que provoca la "ilusión de la separación", de unos de otros.
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"
TRASTORNOS DEL DESEO: LA HIPOACTIVIDAD SEXUAL
ATENCIÓN:Todos los artículos tienen copyright FELITIA© y están registrados en el Registro de la Propiedad Intelectual. Prohibida su reproducción