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Películas como “Lucy” (2014), protagonizada por Scarlett Johansson han incrementado la percepción de que estamos utilizando solamente una capacidad residual de todo el potencial posible de nuestro cerebro.
Pero ese es solo uno entre los muchos mitos en los que nuestra sociedad de las “fake news” nos tiene inmersos. En este artículo repasaremos los tres principales mitos relacionados con el cerebro.
Para empezar hay que señalar que un mito es una narración protagonizada por personajes heroicos o divinos.
Pero la palabra "mito" también se la asigna a algo que todo el mundo da por sentado aunque carezca de rigor histórico-científico.
Dentro de los mitos históricos nos encontramos muchas leyendas urbanas, como que los reyes magos eran tres (cuando en la biblia en ningún momento se habla de “reyes” sino de "magos" a secas, ni mucho menos que fueran tres) o que Nefertiti era egipcia (sino que era una princesa procedente del pueblo mesopotámico de los Mitanni).
Todos esos mitos son compartidos por millones de personas en todo el mundo y forman parte de su bagaje cultural, y aunque no sean ciertos, es labor de una vida ir desgranando el grano de la paja en la búsqueda de una información contrastada y veraz.
Veamos algunos de los mitos más interesantes que hacen referencia al cerebro humano.
El psicólogo americano William James hizo famoso ese porcentaje del 10%, aunque él mismo se refirió a esa cantidad como la utilizada durante la realización de tareas comunes en personas que no potencian (mediante un entrenamiento durante su vida), el resto de las capacidades cerebrales, (como el cálculo, la memoria, la inteligencia abstracta, o las artes creativas o musicales).
Habitualmente también se cree que Albert Einstein y Sigmund Freud utilizaron el dato del porcentaje del 10% en charlas y conferencias, pero no existe ninguna prueba al respecto, lo que lo convierte en un mito dentro de un mito.
Ese porcentaje sí aparece en el prólogo del libro de Dale Carnegie, “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”, pero la veracidad de esa aseveración, no deja de ser una leyenda urbana.
INCLUSO LOS MAESTROS LO CREEN
Este mito es muy conocido y compartido incluso por la comunidad pedagógica (maestros y profesores). Se trata de uno de los mitos más extendidos que afectan a nuestro órgano pensante. El 50% de los maestros de todo el mundo consideran que es un dato cierto, y aunque no todo el mundo utiliza sus capacidades cerebrales en igual medida, el porcentaje puede variar mucho de una persona a otra.
El peso de un cerebro humano no llega a 1,5 kg. Según el neurocientífico cognitivo Sergio Della Salla, el cerebro consume el 20% del consumo de oxígeno del cuerpo y el 20% de las calorías de toda nuestra ingesta diaria.
Este consumo es brutal para algo que únicamente representa un 2% de la masa corporal. No hay nada que justifique que el 90% de las capacidades cerebrales restantes se haya quedado estancada durante la evolución del ser humano.
A día de hoy, los científicos solo han sido capaces de justificar un 10% de actividad cerebral, pero no significa que el cerebro no utilice su capacidad restante para procesos que hoy en día desconocemos.
Mediante Resonancia Magnética Funcional (IRMf), podemos apreciar que absolutamente todas las áreas del cerebro son utilizadas en un momento u otro, durante una actividad u otra, (especialmente al dormir, como demuestran los últimos experimentos científicos al respecto).
Según el científico Francisco Mora, las causas de la supervivencia de este mito tan antiguo pueden ser tres:
1. El “Sueño del éxito”, utilizar el 10% del cerebro deja mucho margen para la mejora individual, y en una sociedad tan competitiva como la que vivimos, creemos que a través de la motivación emocional adecuada, tendremos mucho margen y mucho tiempo para mejorar y evolucionar cognitivamente a lo largo de una vida.
2. Toda la “Industra de lo Neuro”, cursos, programas, charlas, conferencias que sirven para vender la idea de que a través de sus enseñanzas se puede incrementar el uso de las capacidades cerebrales (eso sí, sin mucho esfuerzo por parte del usuario).
3. Creer en este tipo de mitos, no provoca efectos adversos o negativos. Solamente interviene el deseo humano de ser mejor, más listo, un deseo o instinto de superación, que luego no se corresponderá con la realidad sino se trabaja.
“Definitivamente, pues, la totalidad anatómica del cerebro es necesaria durante las 24 horas del día para ejercer las funciones cambiantes que tiene asignadas, en aras de la supervivencia del individuo” – Francisco Mora, doctor en neurociencia por Oxford
MITO Nº 2: "LAS NEURONAS NO SE REGENERAN"
Los neurocientíficos siempre habían creído que el cerebro adulto no podía producir nuevas células y que nacemos con todas las neuronas que jamás tendremos. Este era uno de los argumentos con los que los padres intentaban desincentivar el consumo de marihuana y alcohol en sus hijos adolescentes "una vez destruidas, las neuronas no se reponen".
Este punto de vista comenzó a cambiar lentamente en la década de 1970, cuando los científicos descubrieron que los cerebros de las ratas y los pájaros cantores producen nuevas células a lo largo de la vida. Aunque en el caso de los seres humanos, el proceso es mucho más lento y laborioso.
NEUROGÉNESIS ADULTA
Hasta hace poco, había muy poca evidencia de neurogénesis humana (la producción de nuevas neuronas a través de células madre y células progenitoras).
Según las últimas estimaciones, el cerebro contiene aproximadamente 86 mil millones de neuronas y aproximadamente el mismo número de células gliales. Por lo que sabemos, la gran mayoría de estas células se producen en el útero materno.
Durante el embarazo temprano, se producen aproximadamente 250,000 células cerebrales por minuto. Como resultado, el cerebro produce al menos el doble de células de las que necesita para funcionar correctamente.
Las neuronas comienzan a morir antes de que hayamos nacido y continúan muriendo cada día de nuestras vidas. Los investigadores han estimado que alrededor de 85,000 neuronas mueren cada día en la corteza cerebral. Eso es equivalente a una cada segundo.
Sin embargo, nuevas evidencias sugieren que en dos áreas específicas del cerebro humano se producen neuronas nuevas:
- La Zona subgranular del giro dentado del hipocampo: conocida como la circunvolución dentada.
- La Zona subventricular de los ventrículos laterales.
Las nuevas neuronas se producen continuamente hasta la edad adulta, aproximadamente 1.400 por día. Con la edad, la cantidad de nuevas neuronas que se producen disminuye, pero a una tasa mucho menos dramática en humanos que en ratones. Algunos estudios han demostrado que la testosterona influye en la velocidad de neurogénesis en vertebrados, y también que algunos antidepresivos incrementan la velocidad de la neurogénesis en el ser humano.
Para los que quieran saber más, os dejamos aquí un interesante Ted Talks sobre neurogénesis a cargo de Sandrine Thuret, en el que explica cómo incentivar la producción de neuronas.
MITO Nº 3: EL "EFECTO MOZART"
Han pasado 25 años desde que la revista científica “Nature”, publicara un trabajo en el que se aseguraba que escuchar durante 10 minutos al día música de Mozart incrementaba las capacidades intelectuales relacionadas con el aprendizaje en alumnos pre-universitarios, (ni que fuera temporalmente).
Este estudio tuvo una enorme repercusión mediática, y aunque algunos departamentos de neurociencia intentaron replicar el experimento, no lograron resultados significativos.
Un estudio con una muestra de 8.120 alumnos británicos, incluso demostró que otras músicas populares conseguían mejores resultados que escuchar la música del compositor austríaco con fines terapéuticos. Cualquier música levemente excitante produciría mejoras en la capacidad de estudio, (si la contrapartida fuera el silencio absoluto).
Así pues, toda una industria destinada a mejorar las capacidades cognitivas de bebés infantes y adolescentes, estaría basada en una creencia apoyada en un solo estudio erróneo, más que en una lógica científica replicable.
Eso se confirmó en 1999 cuando se realizó un meta análisis de 16 investigaciones, concluyó que el denominado “efecto Mozart” no era estadísticamente significativo.
Cosa diferente son los resultados que se obtienen cuando es el propio interesado el que realiza la música.
Dominar un instrumento requiere la coordinación de amplias áreas del cerebro como áreas corticales sensoriales (relacionadas con el tacto, la audición, la visión).
Requiere una coordinación neuromotora que enciende diversas zonas cerebrales, facilitando el desarrollo de capacidades que mejoran la coordinación de amplias zonas del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
Fuentes:
LAS NEURONAS: EL MILAGRO DE PENSAR
HOMBRE Y MUJER: CEREBROS DIFERENTES, COMPORTAMIENTOS DIFERENTES
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