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El budismo es una doctrina (no una religión, al carecer de un dios), que niega la existencia del alma, y, por lo tanto, no está interesada en su salvación.
El concepto de 'impermanencia' (anicca) es clave para el budismo. Nada es inmutable. Todo está sujeto a evolución y cambio.
'En la cosmología budista, en el universo no existe nada permanente, y por lo tanto, tampoco puede existir una alma eterna'
El budismo tibetano propone que lo que pasa a otra vida es la llamada: 'mente muy sutil'.
Proviene de 'Atmán' ('espíritu' en el hinduismo), y 'an' (negación).
Al no poder existir nada eterno, el budismo niega la existencia de un 'yo - alma', eterna e inalterable, creada por una deidad o emanada de una esencia divina.
“La negación del alma diferencia al budismo de las religiones que le disputaron en la India la dominación de los espíritus” (Oltramare, L' Histoire des idées théosophiques dans l'Inde, tomo II, pág. 215)
Buda pasa revista a los distintos componentes (khanda) del hombre y acaba concluyendo que no puede considerar a ninguno de ellos como su "ATTAN" (âtman, alma).
No sólo el budismo niega la existencia del alma, sino que considera como una blasfemia la creencia en un yo permanente e indestructible (sakkayaditthi).
El deseo de placer y riquezas genera un karma que nos mantiene atados a la Rueda de la Vida (el ciclo de reencarnaciones conocido como SAMSARA).
ATENCIÓN: De todas maneras, aunque el Buddha, de hecho, se mantuvo alejado de las creencias que mantienen que hay un alma inmortal e inalterable, también se alejó de las teorías opuestas que sostienen que ningún elemento de la vida actual continúa en otra, proponiendo en su lugar una vía media entre ambas creencias.
Entonces, aquello que en verdad sigue a la muerte y restablece una cierta idea de continuidad con la personalidad anterior, es la ya nombrada: "mente muy sutil".
LOS TRES TIPOS DE MENTE
Cuando el cuerpo físico muere, la mente se separa del cuerpo, ésta no desaparece, continúa existiendo.
"Nuestra mente es de tres tipos: la 'burda', la 'sutil' y la 'muy sutil'. La mente que utilizamos ahora todo el tiempo es la burda o 'grosera'; la mente sutil se manifiesta en el momento de la muerte y la muy sutil se manifiesta en el tránsito de la muerte, después de ocurrir los siete signos de la muerte. Cuando la mente grosera o burda y la sutil se desvanecen, aparece la mente muy sutil; ésta no cesa nunca y continúa de vida en vida. Cuando nos reencarnamos, es la mente muy sutil la que actúa, de la que surgen de nuevo las mentes grosera y sutil" - La práctica de meditación de Lam Rim (Escuela Gelug)
Este complicado modo de entender la trascendencia de una vida a otra, (sin querer decir como ocurre con el hinduismo que existe una misma alma que pasa de un cuerpo al siguiente), se describe mediante distintos simbolismos. Uno de los más empleados es el de la vela que arde toda la noche consumiéndose:
"La vela no es la misma (ni tan grande) como al principio, ni tampoco otra diferente"
El Milinda-pañja ejemplifica la (aparente) paradoja con el símil de una antorcha que enciende a otra:
«Ni la llama ni la antorcha son la misma, y sin embargo, una existe a causa de la anterior»
Tomemos otro ejemplo:
“Un niño crece hasta llegar a ser un hombre de 65 años, por ejemplo, y, ciertamente, éste no es el niño de 60 años atrás, más tampoco es otra persona. De igual manera, el ser que muere aquí y renace allá, no es el mismo, empero, tampoco es otro"
O este otro:
"También se puede comparar al hilo de un mala (rosario budista), en el que cada renacimiento es una cuenta del rosario; vamos de cuenta en cuenta, pero el hilo del rosario permanece"- La práctica de meditación de Lam Rim (Escuela Gelug)
EXCEPCIÓN
ESCUELA YOGACHARA: LA CONSCIENCIA FUNDAMENTAL
Durante el S. IV d.C floreció en la India la escuela Yogachara (dentro del budismo Mahayana), fundada por Asanga (en el dibujo) y su hermano Vasubandhu.
Ellos establecieron el concepto de ALAYA-VIJÑANA (en sánscrito, Kunzhi Namshe en tibetano). Se trata de una "consciencia-depósito" o "consciencia-fundamental".
Se cree que esa consciencia es el recipiente de todas las impresiones o experiencias [bakchak], o huellas kármicas que ha experimentado la conciencia eterna de una persona. Algo así como un disco duro, donde se guarda absolutamente todo.
Esa Consciencia Fundamental nunca nació, puesto que proviene de un tiempo sin principio. También contiene todas las tendencias y hábitos de esa persona que arrastra de otras vidas.
A diferencia del inconsciente freudiano o junguiano, la ALAYA-VIJÑANA sí se manifiesta al consciente, puesto que se trata de la consciencia misma (o esencia personal), que sobrevive al bardo (periodo entre vidas).
La alaya-vijñana constituye el núcleo identitario de una persona, que pasa de una vida a otra. Incluso la escuela Yogachara argumentaba que no existe ninguna realidad fuera de esa consciencia y el resto de la realidad es ilusión.
Para la escuela Yogachara, la realidad percibida por el ser humano no existe sino que sólo parece real en virtud de la capacidad de la mente para percibir patrones de continuidad y regularidad
Esto último se parece bastante al concepto hinduista de Maya o Universo-Ilusión, y al concepto de Universo Holograma que plantea que vivimos dentro de una malla holográfica en la que todo es virtual y nada real (la "MATRIX", con el mérito de haber sido postulada por la escuela Yogachara hace 1.700 años).
ATENCIÓN: El actual Dalai Lama y la escuela de filosofía Budista Prasangika a la cual representa, rechazan totalmente esta concepción y dicen que su creación se debió a una necesidad de una justificación teórica de la escuela Yogachara, y nunca fue probada empíricamente o mediante investigación.
Que cada uno juzgue lo que crea conveniente.
¿Y LA REENCARNACIÓN?
Puesto que para el budismo no hay yo, alma, âtman, consciencia o sustancia eterna e inalterable, sino sólo la continuidad mental misma con cuerpos diferentes, es obvio que no se puede hablar de "reencarnar” en su sentido clásico de despertar en otro cuerpo.
Los budistas hablan de "Renacimiento", en lugar de "Reencarnación".
En ese sentido el "renacimiento" budista es diferente de la "reencarnación" en el hinduismo. Cuando una persona muere, en el hinduismo el resultado kármico no agotado es transferido a la siguiente vida junto a su "atman" o alma. En las principales escuelas budistas, no es así.
Esto seguramente choca con las creencias de muchos budistas alrededor del mundo que sí creen en la reencarnación clásica.
A nivel de las enseñanzas elevadas de la escuela dominante Prasangika, se dice que los budistas incorporan a la otra vida la misma energía-mente-muy-sutil, que tenían (sin nada que pueda ser denominado "atman" o "alma", es decir, una 'consciencia castigada' a no despegarse de la realidad material, a menos que se alcance el "nirvana" como sí creen los hinduistas.)
SATORI: momento iluminativo en el que se descubre de forma clara que sólo existe el presente (donde nace el pasado y el futuro), y que es el primer paso para la "budeidad").
Entre una vida y otra, se encuentra el "BARDO". Originalmente el bardo se refiere sólo al período entre la muerte y el siguiente nacimiento. Cuando la "mente-muy-sutil" no está conectada con un cuerpo físico. Entonces se experimenta una variedad de fenómenos explicados en "El libro tibetano de los muertos".
Este periodo dura un máximo de 49 días, pero en personas que han tenido mucha experiencia en la meditación de sus cuerpos sutiles, puede durar más tiempo.
EL DESAPEGO
En las fotografías adjuntas aparecen unos monjes tibetanos elaborando un mandala con arena de colores, para posteriormente destruirlo.
Los mandalas, inicialmente símbolos mágicos, son utilizados para encontrar la concentración y como forma de meditación.
A través de su elaboración muchas personas encuentran el equilibrio y simboliza la impermanencia, la futilidad de la belleza, nada es eterno.
Esta forma de destruir lo que tan laboriosamente les ha costado realizar, les ayuda a practicar el desapego y a “no codiciar el resultado de sus actos”.
Así pues, para el budismo, el alma no existe.
El renacimiento kármico en el budismo es como el ADN, volver a nacer como un folio en blanco, pero con un Karma/ADN heredado lleno de las impresiones/tendencias latentes (vāsanā en sánscrito - 'bag-chags' en tibetano) de nuestras obras de la vida precedente.
Volver a nacer es otra oportunidad para alcanzar la Iluminación/Nirvana en el tiempo que se nos conceda de vida y conseguirlo dependerá de la motivación de nuestras acciones.
Básicamente el budismo es una doctrina sin Dios, al menos sin un Dios externo.
Han existido muchos Budas, y todos eran humanos.
En esta cita de uno de los textos autoritativos aparece claramente la creencia budista de que el Universo no lo crea ningún Dios.
"El mundo no ha surgido en un principio y por nadie ha sido creado" - Bhavasankrântishâstra de Nâgârjuna
CURIOSIDADES: EL "Sokushinbutsu"
Existe una tradición dentro del mundo budista llamada "Sokushinbutsu". Consiste en que el monje budista toma la decisión de empezar su propio proceso de muerte, momificándose en vida a través de un extraño proceso de alimentación.
Su cadáver queda tal y como estaba en el momento de su muerte, sin que la degradación haga mella en su cuerpo. En ese momento, los monjes lo colocan dentro de una estatua y es venerado por los lugareños.
Fue practicada sobretodo en Japón y Mongolia por centenares de monjes. Se trata de la facultad de poder escoger el momento de la "muerte aparente". Durante 3000 días (casi 10 años), el monje realiza una dieta muy dura consistente en comer sólo nueces y cereales.
También realiza ejercicios de meditación debajo de agua helada y por último come cortezas y raíces de pino y un té realizado con la savia del árbol Urushi (el árbol de la laca), con cuya esencia los artesanos lacan los muebles. O sea, un proceso de embalsamamiento en vida, que le protege de los insectos, eliminando el agua del organismo.
Una vez el anciano monje cree que ha llegado su hora, avisa a la comunidad que va a empezar el Sokushinbutsu, consistente en adoptar la posición de loto, entrar en meditación profunda y morir. Encerrado en una cueva, si deja de sonar una campana, la comunidad interpreta que el monje ya ha muerto. Si su cuerpo permanece incorrupto, lo veneran, y si se ha corrompido, se entierra con todos los honores.
Un ejemplo fue encontrado el mes de febrero de 2015 en Mongolia. Según la cadena BBC NEWS, la momia de un monje que se cree tiene entre 100 y 200 años fue encontrada perfectamente conservada en la posición del loto.
De forma sorprendente, los monjes budistas más ancianos declararon que el monje estaba "no-muerto" sino en un estado de profunda meditación llamado "Tukdam".
El doctor Barry Kerzin, médico personal del Dalai Lama declara que la momia está meditando y que ...
"Si puede continuar así por más tiempo, puede convertirse en un Buda "
La momia fue descubierta después de ser robada por personas que querían venderla en el mercado negro.
Una vez comentada la visión budista del alma, a continuación veremos como el resto de religiones, sí apuestan por una conciencia eterna e inmutable llamada alma, dentro de un cuerpo perecedero.
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"
LA MANDORLA, símbolo místico por excelencia
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