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EL ÁRBOL DE NAVIDAD Y LOS FENICIOS
Hace 4.000 años Egipto estuvo gobernado hace por primera vez en su historia por una dinastía de origen extranjero: los HICSOS.
En un periodo de desorganización histórica y caos gubernamental, Egipto fue invadido por unos inmigrantes de las regiones de Palestina, Canaán y Siria. Se llamaron los Hicsos, los “reyes pastores”.
“Sin dificultad ni combate, se apoderaron de Egipto por la fuerza" – Flavio Josefo
Nadie sabe quién fueron los Hicsos. Ese nombre designó a los jefes de las tribus semitas de Palestina y Siria que, en tiempos de la dinastía XVII (2040-1786 a.C.), que entraron en Egipto al frente de tropas de mercenarios procedentes de Fenicia. Pero puede que el término hicsos se refiera a un conjunto heterogéneo de extranjeros llegados a Egipto, provenientes de muchas regiones diferentes de su entorno.
Se asentaron en el delta del Nilo y en la zona del templo de Abu Simbel, separando así de nuevo el bajo del alto Egipto.
Foto: El autor del artículo en la zona de Abu Simbel.
La aparición de los hicsos plantea uno de los mayores misterios de la historia egipcia. Según la cronología de Manetón, los Hicsos dominaron Egipto durante 511 años.
La mala reputación de los hicsos entre los egipcios fue el culto que rendían a Baal, un dios asociado al caos y al desierto (lo estéril), que asesinó a su hermano. Los hicsos lo asimilaron a su divinidad principal, Set. La palabra Baal significaba "dueño, amo o señor", y se representaba como un toro joven y creían que tenía poder sobre la lluvia, el viento y las nubes.
El famoso Ramsés II y los faraones ramésidas fueron hicsos, no egipcios, (ni descendientes de Akhenatón y Tutankamón, los últimos regentes procedentes de dinastías egipcias de sangre real). De hecho Ramsés I que da origen a la dinastía ramésida, nació en Avaris, la capital hicsa.
Ahmose, hacia 1540 a.C., tomará Avaris, la arrasará y perseguirá a los hicsos hasta Canaán.
En el Tanaj judío, (antiguo testamento), Baal es considerado un “falso dios”. En 1 Reyes, 18, 20-39 después de una fuerte sequía, el dios Yahweh, satisfecho, envía de nuevo la lluvia cuando Elías manda degollar a todos los sacerdotes de Baal, aunque grupos de judíos seguirán adorándole en secreto.
La fuerza que impulsaba el culto de Baal eran los ritos sexuales. La prostitución en los templos y los sacrificios de niños también eran aspectos importantes del culto de Baal (1 Reyes 14:23, 24; 2 Crónicas 28:2, 3).
Hasta los objetos religiosos como las columnas (piedras labradas en forma de un símbolo fálico), representaban a Baal, la parte masculina de la unión sexual.
Por otra parte, los postes sagrados eran objetos de madera o árboles que representaban a Aserá, la consorte de Baal, el elemento femenino (1 Reyes 18:19), que aparece varias veces en el Antiguo Testamento como una abominación pagana.
De estos postes sagrados, se cree que desciende el Árbol de Navidad, claramente de orígenes no-cristianos y que no tienen nada que ver con el nacimiento de Jesucristo.
También se sabe que en toda Latinoamérica (y más concretamente en Chile), el árbol de Navidad fue introducido por los emigrantes alemanes que huyeron del juicio de Nuremberg al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
En la mitología vikinga aparece el llamado ‘Árbol de la Vida’, de nombre ‘Yggdrasil’, cuyas raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos.
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness, gestor de la cuenta de instagram @fraymarc, y autor del libro "La Wifi de Dios"
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