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INTRODUCCIÓN
ARISTOCLES fue el nombre verdadero de Platón, llamado así puesto que era de complexión fuerte y robusta. Platón significa “el de anchas espaldas”.
Para muchos, la vida y la obra de Platón son de una profundidad y lucidez tales, que nada de lo que se ha hecho posteriormente hasta nuestros días merece la pena ser leído sin antes aprender del maestro:
Platón nació 427 años antes que Jesucristo, y vivió hasta la longeva edad de 80 años, muchísimo para una época plagada de guerras (él mismo luchó como hoplita en dos batallas de la guerra del Peloponeso contra Esparta), y de la pandemia de la peste que hizo estragos durante el tiempo de Pericles.
Platón fue discípulo de Sócrates, el hombre más sabio de su época, proclamado así por la pitonisa del Oráculo de Delfos, lugar donde monarcas de todo el mundo civilizado iban para conocer su destino.
Posteriormente, en su Academia, (la institución pedagógica más importante del mundo clásico que brilló durante casi mil años a la muerte del filósofo), Platón sería el maestro de Aristóteles, filósofo que luego sería instructor de Alejandro Magno, ejerciendo una gran influencia sobre él.
"La Escuela de Atenas" - por Rafael, (en el centro, Platón departiendo con un joven Aristóteles).
Platón vio morir a su maestro Sócrates, asesinado por el gobierno ‘demócrata’ de Atenas. Su pecado; hablar demasiado claro a la gente importante y dejar en ridículo a los pseudo-filósofos sofistas con su método dialéctico.
Los cargos de los que fue acusado fueron 'impiedad', (falso, Sócrates era un enamorado del panteón de los dioses griegos y temeroso de ellos), y 'pervertir a la juventud' (con su filosofía potenciadora del 'hacerse preguntas', peligroso para cualquier sociedad).
El juicio-farsa donde el rey de los filósofos se defendió de forma brillante de sus acusaciones, fue traumático para todos los discípulos de Sócrates, incluido el mismo Platón, y eso le llevó a asignar al honorable maestro el rol de protagonista de todos sus 36 ‘diálogos’ (libros escritos en su época ya más madura como conversaciones entre Sócrates y sus amigos y discípulos), como sincero homenaje al gran hombre.
Con lo cual, parte de la producción de Platón, no deja de ser una extrapolación de los pensamientos y modo de ver la existencia de su malogrado maestro, Sócrates, el cual no dejó nada por escrito de su filosofía.
Para Platón, cada ser humano no había sido siempre un animal racional, sino que cada consciencia-alma había pertenecido previamente a un ángel caído en desgracia (en una existencia anterior al nacimiento físico). Un alma que había cometido un error en su existencia angélica previa al nacimiento.
Esa teoría era conocida como "De la culpa descendente":
"El alma que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido (el universo manifestado), donde se establece tomando un cuerpo terrestre que parece moverse por sí mismo a causa de la fuerza de aquélla (del alma), y este todo, alma y cuerpo unidos, se le llama ser viviente" - Fedro 246 c
O sea, no es para nada la concepción católica, es decir, almas que si se portan bien irán al Cielo, sino al contrario, almas angélicas que no se han portado bien y deben reencarnar en esta existencia para expiar los pecados cometidos 'antes de nacer'.
Para el filósofo, cada persona tiene un alma individual, y ésta es eterna e indestructible:
“¿No sientes que nuestra alma es inmortal y que no perece jamás?” – ‘La República’ Libro X, IX
La naturaleza inmortal del alma no garantiza una existencia cómoda para su portador físico, sobre todo si decanta su existencia terrenal hacia el mal:
“El alma se presenta en nosotros, desfigurada por mil males […] Los que dan entrada al mal en su alma, a la injusticia, mueren más o menos pronto” - ‘La República’ Libro X
Para que el alma pudiera sobrevivir a la muerte de su soporte físico, era menester que entre dos vidas habitara en algún lugar a la espera de escoger a su próxima ‘reencarnación’:
“Es necesario que las almas de los muertos existan en alguna parte desde donde vuelvan a la vida” – Fedón 72a
Ya que hemos entrado ya en el ‘Fedón’, hay que explicar que para el gran filósofo Platón, el concepto del alma era tan importante que le dedicó todo un diálogo, el ‘Fedón’. En dicho libro, Platón utiliza a Sócrates para explicar las razones por las que el alma es inmortal y sobre el significado de la muerte física:
“¿Creemos que es algo la muerte? La muerte no es otra cosa que la separación del alma del cuerpo […] El alma separada del cuerpo, queda a un lado sola en sí misma” – Fedón 64 c
LA NATURALEZA Y OBJETIVOS DEL ALMA SEGÚN LA TRADICIÓN GRIEGA
Tal y como se vio en el artículo 'Qué es el espíritu?', los antiguos griegos, influidos por la tradición homérica, creían que el alma era una especie de gas, aire o humo, que entraba en nosotros gracias al Espíritu de Dios para 'animar' o arrancar la máquina del cuerpo humano, y que salía del cuerpo físico en la última expiración de este, (con el último hálito-gas de vida):
“Los hombres tienen recelos de que el ama se destruya el mismo día que el hombre muera, y que tan pronto se separe del cuerpo y de él salga, se disipe como un soplo o como el humo” – Cebes hablando a Sócrates en Fedón 70 a
¿EXISTE CASTIGO PUES, POR LAS MALAS ACCIONES?
Según Platón, más vale haber hecho el bien en lugar del mal, puesto que en el momento de la muerte se decidirá el destino último de esa consciencia-alma:
“Tengo la esperanza de que hay algo reservado a los muertos, y, como se dice desde antiguo, mucho mejor para los buenos que para los malos” – Fedón 63 c
“El hombre querido de los dioses sólo puede esperar de su parte bienes, y que si algunas veces recibe males es en expiación de las faltas de su vida pasada” – La República Libro X – cap. XII 613a
Entonces, si el alma está colocada en algún sitio a la muerte del cuerpo físico, y para ella es beneficioso hacer el bien en lugar de hacer el mal, ¿Cuándo y porqué un alma decide incorporar de nuevo un cuerpo físico para su próxima existencia en el mundo material?.
Al respecto, Platón explica el proceso por el cual, el alma escoge el cuerpo venidero que va a necesitar. De forma meditada, una vez la Vírgen Laquesis, una de las tres parcas o moiras que cortan el hilo de la vida humana, da su autorización:
“He aquí lo que dice la Vírgen Láquesis, hija de la Necesidad: ‘Almas pasajeras, vais a comenzar una nueva carrera y a entrar en un cuerpo mortal. No será el hado quien escogerá, sino que cada una de vosotras escogerá el suyo. La primera que la suerte designe escogerá la primera y su elección será irrevocable […] Cada uno es responsable de su elección, porque Dios es inocente’” – La República, Libro X, cap. XIII
Platón, educado en la fe a los distintos dioses griegos, creía que en el fondo solo debía existir un único Dios, el Bien, todo Él Luz y formador de la luz, Causa Primera de todo lo creado, (cercana a la idea egipcia del Sol como Creador de todo):
“El Bien es la Causa Primera de todo lo que hay de bello y de recto en el Universo. En este mundo visible, la ‘Idea del bien’ es la que produce la luz y el astro del que ésta procede directamente” – ‘La República’
Esa unidad de todos los dioses como diferentes facetas de un único Dios, años después fue utilizada por gnósticos y neo-platónicos para denominar a Dios como ‘el Uno’, el único Dios real. El Uno es todo lo que es real, el resto ilusión. Y en este mundo material, nada está separado, todo forma farte de un único entramado como los diferentes dedos de una mano son indivisibles a ésta:
“El conocimiento de la Unidad, en este caso, es una de las cosas que elevan el alma y la vuelven hacia la contemplación del ser” – La República
Al igual que la filosofía budista, y posteriormente, la musulmana, Platón propone que para poder apreciar directamente la magnificencia del dios-Uno, todos tenemos un órgano sintiente en nuestro cuerpo, diferente a los órganos de los sentidos, y que es capaz de percibir o provocar, efectos y aprendizajes diferentes de los otros órganos gobernados por la razón y la ciencia:
“Cada cual tiene en su alma la facultad de aprender mediante un órgano destinado a este fin […] Todo secreto consiste en llevar este órgano, y con él al alma toda, de la vista de lo que nace a la contemplación de LO QUE ES, hasta que pueda fijar su mirada en lo más luminoso que hay en el ser mismo” – ‘La República’ 297 L. VII - IV
Aquí LO QUE ES, es sinónimo del dios-Uno, en detrimento de ‘lo que no es’ la ilusión de todo lo creado posteriormente por Él, el mundo fenoménico del multiverso, (la materia, el espacio y el tiempo), el Maya indio compartido por Parménides de Elea, o sea, la Matrix o Ilusión de realidad (‘lo que nace’) puesto que tanto el alma como el Uno, son ingénitos, es decir no nacieron nunca y por supuesto, no morirán.
Aunque ilusión, esa realidad falsa gobierna nuestras vidas con puño de hierro. Damos importancia a las cosas equivocadas, sugestionados por los falsos cantos de sirena de los mentirosos medios de comunicación y a la opinión de la sociedad sobre temas como el culto al cuerpo, o lo que es correcto ‘pensar’, en lugar de pensar por uno mism@.
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"
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