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Tao [Taw] significa 'Camino', y también se ha traducido como ‘Providencia’, o “avanzar sin interrupción”.
“El maestro no puede darte la verdad, pero el maestro puede darte el Camino […] lo único que hay que hacer es andarlo” – Osho (‘El Secreto de los secretos’ pág. 24)
Como el agua de un río, seguir el Tao es una vía para el 'Camino de Regreso' a la Fuente, de la que surgen los 10.000 seres (el mar eterno o universo material). Dicho esto, el verdadero Tao es una energía con entidad propia imposible de definir, puesto que escapa a toda descripción realizada desde el pensamiento racional:
"El Tao que puede expresarse con palabras, no es el Tao permanente" - Lao zi, Cap. XLV
No hay libro taoísta que equipare el Tao a nada parecido al concepto occidental que tenemos de Dios, (ni a un dios mayor, ni a uno menor), pero al igual que los gnósticos, (los cuales también llamaban 'Uno', a Dios), el Tao y el espíritu divino comparten, de manera misteriosa, una misma esencia:
“A lo que existe por sí mismo se le llama el Camino (Tao). Es la esencia única., el espíritu primordial único […] El Gran Uno es el término acordado a lo que no tiene nada por encima de sí” – Lu-Tsu (nombrado por Osho en ‘El Secreto de los secretos’, pág. 13)
En ese aspecto, el taoísmo y el budismo comparten una raíz engañosamente atea, puesto que, en el taoísmo se equipara el TAO a una emanación surgida antes del desarrollo del Universo espacio-temporal:
“Lao Tsé dijo: Existe algo, un todo indiferenciado, que nació antes de los cielos y la tierra. [No posee] ninguna forma concreta. Es profundo, oscuro (la luz es una característica del mundo físico), silencioso (en el no-espacio, no hay aire y por lo tanto no existe el sonido), indefinido, no oímos su voz. Asignándole un nombre, yo le llamo el TAO (Camino)” – Wen Zi Cap. 1
Esa emanación entonces en sí misma no es Dios sino una emanación de ‘Algo’. Surge y responde a algo superior a él mismo, el Gran Uno, que a veces es definido como “lo que no tiene forma” o “la evolución sin forma”, al igual que el mismo TAO:
“El Tao no tiene nombre ni forma” – Maestro Lu-Tsu (El Secreto de los secretos, pág. 13)
Aunque nunca se equipara esta no-forma al concepto de Dios, esa evolución sin forma es lo más cercano que se puede encontrar en el taoísmo a esa definición:
“(El Tao) es tan inasible e indefinible que no puede ser imaginado; no obstante, aunque sea indefinible e inasible, su función es ilimitada. Profundo y misterioso, responde (obedece) a la evolución sin forma […] Se enrosca y se desenrosca con firmeza y flexibilidad; se contrae y se expande con oscuridad y luz” - Wen Zi Cap. 1
En el escrito superior vemos, aplicado al universo, una cierta analogía al concepto de la Kundalini en el ser humano. Esa energía asociada a lo sexual en origen, y tres veces y media enroscada alrededor del hueso sacro (sagrado) de la mitología tántrica-hinduista (primer y segundo chakras):
“De igual manera que el barro puede convertirse en un loto (el barro contiene el loto, su semilla), así tu energía sexual contiene la semilla de la flor dorada. La energía tiene que ir hacia arriba; pero tú no puedes moverla hacia arriba. […] Una vez que tu tercer ojo, tu corazón espiritual, empieza a funcionar, la energía comienza a moverse por sí misma” – Osho (El Secreto de los secretos).
En algunas escuelas taoístas, sobre todo los filósofos Song Jian y Yin Men, el Tao se equipara exactamente a esa especie de energía vital y universal llamada "'Jing Chi', o 'Qi'. El Chi es una energía vital fluida, ya existente en nosotros o que entra en el cuerpo a través de la respiración, (concepto idéntico al 'Prana' hinduista):
“En una remota antigüedad, las personas auténticas (los seguidores del Camino del Tao), respiraban yin y yang” – Wen zi 172
Concepto muy parecido al 'Maat' egipcio, no la diosa de la Justicia, sino entendido como orden natural, una energía procuradora de vida y de un 'Orden Cósmico', (Khosmos significa precisamente ‘orden’).
Tao representa el orden, posterior al caos (‘ksüan). El orden taoísta surge del corazón espiritual del tercer ojo, llamado agya chakra, el centro desde el que se origina el orden (sede del animus):
“Cuando el hombre se apropia del ‘Jing Chi’, el cuerpo se fortalece y los ‘Nueve orificios’ (los sentidos), pueden profundizar en su percepción. Cuando el ‘Jing Chi’ reside en el corazón, el hombre se vuelve inteligente, alcanza la sabiduría. Cuando se pierde el ‘Jing Chi’, la vida se agota y sobreviene la muerte” – El Libro del Tao. Pág. 49 CdL
Su naturaleza siempre es fluida, parecida a la de los líquidos pero invisible, y todos los autores taoístas la equiparan con una energía que fluye en continuo movimiento;
“Recibiendo de lo que no tiene forma, produce una corriente que fluye intensa y ampliamente sin desbordarse […] fluyendo sin cesar como el agua” - Wen Zi Cap. 1
El Tao y el ‘Qi’ se definen como una energía vital básica sin la cual absolutamente nada podría funcionar. Algo así como la energía vital que vimos en el artículo ‘Significado de la palabra espíritu’ y que se refleja en el cuadro “La Creación de Adán” de Miguel Ángel.
“Gracias a él (el Tao) son altas las montañas, son profundos los océanos, corren los animales, vuelan los pájaros. Gracias a él vagan los unicornios, remontan el vuelo los fénix, siguen su curso las estrellas” - Wen Zi Cap. 1
Entonces se trataría de una energía que invade y compone a todos los seres creados en el universo, algo que organiza, algo que fluye en la naturaleza, dotándola de simplicidad, armonía y vida.
Veamos algunos artículos en los que se hablará de los diversos componentes o ideas básicas del mundo taoísta.
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"
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