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El que algunos llaman “El Último Avatar”, para muchos la persona más elevada que ha vivido en época moderna, nació en la ciudad india de Tiruchuzhi el 30 de diciembre de 1879. Su nacimiento coincidió con la noche sagrada del Dios Shiva (festividad llamada Ardradarshan) en el estado de Tamilnadu .
Según se ve, durante esa noche de celebración, los sacerdotes ya habían terminado el desfile y estaban introduciendo la figura de Shiva de vuelta dentro del templo cercano a la casa de Ramana, cuando se oyó llorar a una criatura recién nacida.
Inicialmente esa criatura, se llamó Venkata Ramana Iyer, que luego se convertiría en Bhagavan Sri Ramana Maharshi.
NOTA: Venkata es uno de los nombres del dios Vishnú, uno de los 3 dioses de la Trimurti (Trinidad hinduista), aunque en la doctrina Shivaítica llamada saiva o saivita, Shiva-Rudra es el dios principal y Brahmá y Vishnú son considerados dioses menores.
Su infancia no tuvo nada especial, a excepción de que se dice que dormía muy profundamente. A los 12 años muere su padre, un hombre muy respetado que trabajaba de policía, y entonces Ramana tiene que ir a vivir con su tío.
A los 16 años oyó a un familiar contar que había vuelto de la Montaña Sagrada de Arunachala, asociada habitualmente al antiguo dios Shiva. Al oír el nombre de la montaña, su corazón se llenó de una extraña emoción. Para poder averiguar el motivo de ese intenso sentimiento, posteriormente se hizo con un ejemplar del Periyapuranam de Sekkilar, un libro que describe el ejemplo de los santos “Shivaístas”.
NOTA: Shivaismo, es una doctrina tradicionalmente asociada al hinduismo, aunque muchos autores que han bebido de las fuentes de la sabiduría popular, como André Van Lysebeth, lo sitúan en un periodo muy anterior, cuando la cultura Drávida (los creadores del Tantra y del Yoga, de piel más oscura), estaba establecida en el Valle del Indo, antes de la invasión aria que dio origen al sistema de castas y al hinduismo.
Los shivaístas creen que toda la Creación es Dios, humanos incluidos. Para ellos, el alma de las personas comparte la misma sustancia que la Divinidad misma. Sus devotos frecuentemente veneran a Lord Shiva en la forma de un lingam (piedra negra en forma de falo), que simboliza al universo entero.
Así pues, a través de la mención de la montaña Arunachala, un joven Ramana que no era especialmente espiritual y que iba al templo como un mero trámite, tuvo el primer contacto con la religión advaita, la cual es ‘no-dual’.
A los 17 años, Ramana vivió una situación extraña que marcaría el resto de su existencia. Mientras estaba en casa de su tío, el joven Ramana tuvo la certeza absoluta de que era la hora de su muerte. Tan convencido estaba que se acostó en el suelo, plenamente convencido de que iba a morir.
Contuvo la respiración y empezó a discernir, a pensar, a dilucidar lo que en verdad era la muerte realmente, su significado verdadero. En un momento dado, lo vio claro, entendió que la muerte de la consciencia esencial de cada uno no existe y se dijo a sí mismo, “Mi cuerpo está muerto, pero yo aún vivo”, alcanzando así un espontáneo ATMA GÑANA, (es decir, darse cuenta de que una persona no es su cuerpo, sino su alma-consciencia, también llamado el ‘conocimiento del alma’).
El 29 de agosto de 1986, cuando estaba en la escuela haciendo un ejercicio de gramática inglesa, Ramana cerró y apartó los libros, puso la espalda recta, y cerró los ojos entrando en meditación. Su hermano inmediatamente se lo echó en cara, diciéndole que no tenía ningún sentido continuar estudiando si le daba más importancia a la meditación.
A lo cual él respondió;
“Tienes razón hermano, ... ¿qué sentido tiene que me quede aquí más tiempo?”
En ese momento la palabra Arunachala le llegó a la mente, y él lo interpretó como una llamada de la montaña hacia él. Así pues, planificó su huida a la montaña sagrada, dejando una carta a su hermano que aún se conserva.
Abandonando a su madre y hermanos con 17 años se fue a vivir a la “Montaña Sagrada de Arunachala”, también llamada la Montaña de Fuego ("Agni" en sánscrito), pasando al principio muchas penalidades, (anduvo 16 kilómetros por la vía del tren, y pasó mucha hambre ante la negativa de los Brahmanes a darle comida). En las escrituras védicas llamadas Puranas se dice que esta montaña ha atraído a los buscadores místicos desde tiempos inmemoriales.
En las escrituras Mahatmyam en honor a la diosa Devi Mahatmyam (Durga), se dice que ese monte es el propio dios Shiva, ese dios pre-ario, (antes del surgimiento del hinduismo), y que basta con pensar en el monte Arunachala para que una persona se encamine en el sendero hacia la liberación. Cuenta la tradición de que solo pueden ir a ese monte, aquellos que son llamados por el mismo Shiva.
LLEGADA AL MONTE ARUNACHALA
El 1 de setiembre de 1896, el sabio llega a la estación de tren de Tiruvannamalai. Se dirige al Templo de Arunachaleshwará (Shiva, ‘señor de la colina Aruna’) y se queda extasiado delante del lingam sagrado allí expuesto.
Se dice que allí pasó meses sin comer. El sabio creía firmemente que Arunachala era nada más y nada menos, que el centro espiritual del mundo. Nunca más se movería de allí, nunca más viajó a ninguna otra parte.
Ramana vivió primero en una cueva de la montaña, la cueva Virupaksha, época en la que se realizó la fotografía inferior. En la foto podemos ver a un joven Ramana Maharshi ya rodeado de sus discípulos orientales y occidentales. partir de 1912 terminaron sus periodos de abstracción y llevó una vida completamente normal.
Un poco más tarde pudo vivir durante muchos años en un “Mantapam”, una sencilla casa de una planta en Guhai Namasivaya (nombre que se dio al lugar en honor de un santo-poeta que vivió en Arunachala hace unos 400 años).
Su madre, que fue a vivir con él, murió en 1922, y de ella, Ramana dijo:
“Ella no murió, fue reabsorbida en la Fuente”
Además dijo que durante su fallecimiento, ella había experimentado maha samadhi (meditación máxima), por lo que se había liberado del Samsara (ciclo de muerte y reencarnación).
Este detalle da a entender que, Ramana sí creía de alguna forma en la reencarnación, aunque evidentemente la considerara poco deseable.
MÉTODO DE ENSEÑANZA DE SRI RAMANA MAHARSHI
En la etapa inicial de su camino espiritual no era muy accesible a los peregrinos que acudían a él, lo que demuestra que su principal objetivo no era hacerse famoso ni adquirir ningún tipo de aura de “hombre santo”.
"Si algún peregrino le planteaba alguna pregunta, él escribía con su dedo en el suelo. Si el tema propuesto no era de su interés, simplemente no contestaba"- David Godman (discípulo de S. R. Maharshi)
En una ocasión durante el año 1902, llegó un discípulo llamado Sivaprakasam Pillai (en la foto superior el de abajo en el centro), y acertó con la pregunta, puesto que era la cuestión a la que Sri Ramana Maharshi más importancia le daba.
La pregunta propuesta fue: ¿Quién soy yo?
PRÁCTICA DEL ATMA-VICHARA “¿Quién soy yo?” (Resumen)
Al escuchar esa pregunta, Sri Ramana empezó a escribir con el dedo en el suelo de tierra, justo en el área delante del pequeño templo de piedra.
La mayoría de las respuestas fueron muy sencillas, y el discípulo pudo ponerlas por escrito con el fin de que perduraran en el tiempo y pudieran llegar a todos nosotros.
Durante 20 años esas notas permanecieron ocultas en la documentación personal de Pillai, y fueron publicadas inicialmente en una biografía de Ramana en verso, como un apéndice final en formato pregunta y respuesta.
El libro escrito por Ramana “¿Quién soy yo?”, contiene todo lo que un principiante necesita conocer para iniciarse en la práctica de la auto-indagación. Además plantea cuestiones sobre la naturaleza del mundo, o la naturaleza de la felicidad o de la mente.
Ese era el manual de ayuda para las enseñanzas de Sri Ramana Maharshi, y el librito que el mismo sabio de Arunachala recomendaba leer antes de plantearle preguntas, para no tener que repetir las respuestas miles de veces a sus numerosos visitantes.
Estaba tan entusiasmado con esa pequeña obra, que le pidió a su hermano Chinnaswami, (en la foto) el administrador del ashram de Ramana, que subvencionara el libro con donativos para que todo el mundo tuviera acceso a él, con lo cual salió a la venta a un precio increíblemente barato, incluso por debajo de los costes de impresión.
“Who am I?” se convirtió en el folleto de cabecera de todos aquellos que deseaban iniciarse en el sutil arte de la auto-indagación, que consiste en hacerse en meditación continuamente la pregunta “¿Quién soy yo?”
FIN DE LA VIDA DE RAMANA MAHARSHI
Durante toda su vida, Sri Ramana Maharshi fue una persona humilde, puntual, alejada de los lujos que caracterizon a los gurús de su tiempo. Fue muy ordenado y un gran cocinero, e incluso arquitecto y traductor, pues hablaba varios idiomas.
Además fue un vegetariano vegano estricto que solo ingería alimentos “sáttwicos” (puros). Nada que proviniera de matanza de animales ni derivados de éstos, nada de ajo, nada de cebolla. Era un gran amante de los animales, incluso de los perros, (muy despreciados en la India, y, a menudo, maltratados). Sus perros no comían hasta que Ramana lo hacía. Incluso tuvo una vaca llamada Lakshmí que no se separaba de él.
Rajendra Prasad fue el primer presidente de la India. Recomendado por el mismo Mahatma Gandhi, fue a visitar a Ramana al áshram del sabio de Arunachala en 1938.
Cuando le preguntaron por qué había ido a visitar al gurú, Rajendra explicó lo siguiente:
“Gandhi me dijo, 'si quieres tener paz, ve al Ramana Áshram y permanece unos días en presencia de Sri Ramana Maharshi. No hace falta que hables ni que le hagas preguntas'”
Tal era el aura de santidad que envolvía al pequeño gran hombre, que Gandhi lo tenía por el único gurú verdadero.
Sri Ramana murió el 14 de abril de 1950 de un tumor canceroso en el brazo izquierdo a los 70 años de edad. Durante el año que pasó desde la detección del tumor, se le vio siempre totalmente indiferente a su fin. Decía a los que le rodeaban
Para alguien como él, que se identificaba a sí mismo como una alma-consciencia, no diferenciada de Dios (Sí-mismo), que además es inmortal y eterna, (y que creía que sólo el cuerpo físico muere), para él la muerte no era lo contrario de la "vida", sino lo contrario a "nacimiento".
NAN YAR - ¿Quién soy yo?: La práctica de Atma-Vichara, la importancia de la auto-indagación
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"
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