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UNA ECM DE LIBRO: EL CASO INÉS


ENTREVISTAS ECM F E L I T I A®

Entrevista nº 3: Inés

"Era una luz muy dulce, muy dulce, suave, me sentí cogida, abrazada,... tenía vida propia"

Inés (nombre figurado), tuvo una ECM ( Experiencia Cercana a la muerte ) en el momento de dar a luz durante un episodio de neumotórax supuestamente irreversible. De todo esto se conserva el historial médico oportuno.

Si algo define a Inés es su capacidad de lucha. Nacida en el año 1962, perdió a su madre con 13 años, y tuvo su primer hijo con 19. Inés siempre ha necesitado tener una mentalidad abierta para poder entender las cosas que le han ido ocurriendo a lo largo de su vida.

En su espectacular testimonio podemos encontrarnos dos partes; la experiencia de la muerte física en sí misma, llamada por los expertos ECM (Experiencia Cercana a la Muerte) y, tanto antes, como después, hechos difícilmente explicables mediante la interpretación “racional” de la realidad cotidiana.

“Mis testimonios hablan por mí. Tanto médicos como personas de mi entorno pueden testificar la validez de mis experiencias”

1. SUCESOS EXTRAÑOS ANTES DE LA ECM

Dejemos que ella misma nos cuente su historia:

Mi vida ha sido muy dura, pero no me quejo. Tuve una enfermedad a los 13 años y fui operada de un tumor benigno en el ovario que crecía muy rápido con riesgo de muerte.

Tres días después de cerrarme los puntos, y mientras estaba convaleciente, muere mi madre debido a una negligencia médica en una operación de rutina.

En la habitación del hospital nadie quería darme la noticia del fallecimiento de mi madre, pero yo vi algo raro en el comportamiento de los pocos familiares que vinieron a visitarme.

Mi padre fue toda la vida un mujeriego y un calavera, gastando siempre más de lo que tenía y ni se acercaba por mi habitación del hospital. Me sorprendió verle entrar con mi tía. Al final les di un ultimátum. Necesitaba saber qué ocurría con mi madre. Mi tía se derrumbó y me dijo que mi madre estaba muy mal y quería verme por última vez. Yo me arranqué los goteros, me vestí como pude, y salí corriendo hacia el ascensor de la planta.

En ese momento me encontré con mi padre quien me dijo: "No hace falta que corras eh... tu madre está muerta"

Esa falta absoluta de empatía, provocó un gran chock en Inés.

"A partir de ese comentario tan cruel, vi claramente cuan insensibles podían ser algunos hombres, y me cerré a la posibilidad de tener una pareja a la que pudiera abrirle mi corazón "de verdad".

Por el contrario, he buscado siempre hombres con problemas porque inconscientemente quiero ser salvadora de los otros, incluso rechazo que las personas me abracen”.

2. EMPIEZAN LOS HECHOS INUSUALES

"A partir del entierro de mi madre, creí verla por la calle fugazmente en varios sitios, pero debido al fuerte estrés de esos días y a la debilidad que me había provocado la operación, no le di más importancia.

Pero llegó el momento de sacarme los puntos de la operación, situación que me aterraba debido a la gran cantidad de ellos y al esfuerzo que hice durante el velatorio y el entierro de mi madre, (que me habían ocasionado algunos problemas internos).

Tenía miedo a sentir mucho dolor, cuando oí claramente la voz de mi madre dentro de mi cabeza diciéndome “Tranquila, no te harán daño”. Y, efectivamente, no me hicieron ningún daño.

En los días siguientes a este hecho, sentí a mi madre, incluso llegué a verla unas 7 u 8 veces y siempre sólo la parte de atrás de la cabeza, la nuca y la cabeza pelirroja. La sentía tan cerca que incluso me obligaba a mí misma a poner otro plato en la mesa para ella.

3. VISIONES PREMONITORIAS

Según el cardiólogo, científico y escritor holandes Pim Van Lommel, el 70% de afectados por una ECM se divorcian después de una experiencia de ese calibre.

En el caso concreto de Inés, se da la circunstancia de que se divorció una vez antes (por diferencias irreconciliables como es usual), y otra después, (cuando los sucesos paranormales resultado de su ECM, comenzaron a cobrar fuerza).

“Una vez divorciada de mi primer marido, en una ocasión estando en casa me pasó algo muy fuerte. En el momento en que mi hijo iba a salir de casa y ya tenía el pomo de la puerta en sus manos, vi claramente como él tendría un accidente y moriría allí mismo antes de que pudieran llegar las ambulancias. Impulsivamente me levanté del sofá y le impedí abrir la puerta.

¿Qué haces mama? ¡Estás lela! ¡Me tengo que ir a trabajar!

Aunque sus quejas fueron constantes conseguí retenerle algunos minutos. Cuando mi hijo finalmente pudo bajar las escaleras, se encontró en la calle con una escena dramática.

Un coche había perdido el control y se había estrellado un cruce cerca de nuestra casa y había atropellado lateralmente a un joven, exactamente de la misma edad y constitución física que mi hijo, con resultado de muerte por accidente.”

"Eso nos hizo helar la sangre a mi hijo y a mí"

4. LA ECM DE INÉS: PARTO Y MUERTE CEREBRAL

Algunos años después, durante el matrimonio con el segundo marido, Inés se queda embarazada con 35 años.

Por desgracia, a los 7 meses de gestación le da una embolia pulmonar.

Al llegar al hospital de urgencias le comunican que no pueden hacer nada por ella, (se estaba ahogando pero aún podía hablar lentamente), pero que intentarían salvar al bebé.

Como puede, Inés comunica a su hermano telefónicamente (para no asustarle) que no pasaba nada, que le iban a realizar una cesárea, pero que no se preocupara, "ven mañana". Pero él no le hace caso y se dirige al hospital.

La embolia pulmonar estaba tan avanzada que en la operación la doctora le comunica otra vez que Inés tiene que decidir entre salvarla a ella o salvarle la vida al bebé. Su respuesta es que salven al niño:   

“Yo me voy en paz, no llores –le dice a la ginecóloga-, salva al niño”

En la operación, Inés pierde totalmente el conocimiento debido a la anestesia, y en un momento dado, todas sus funciones vitales cesan completamente. Tanto el pulsímetro, como el electroencefalograma marcan una parada total de constantes vitales durante al menos 5 minutos (puede que bastante más puesto que el recuerdo es lejano en el tiempo a día de hoy). Más adelante veremos que vuelve a la vida y la trasladan a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos).

“Durante ese tiempo, yo lo veía todo, y todo al mismo tiempo (360º de visión). Tanto al cirujano en el quirófano, como a mis familiares en la habitación contigua llorando (hijos, hermano y suegros), como a unas enfermeras hablando y riendo en otra habitación.

Además de ver, también podía oírlo todo, … mi hermano decía “pobrecita, el niño no conocerá a su madre”, y las enfermeras en la habitación de al lado reían probándose disfraces al ser periodo de carnaval. Recuerdo que a mí me molestaba que se estuvieran riendo mientras mis otros hijos estaban llorando mi muerte (“¡la madre que las parió!”-me acuerdo que llegué a pensar…). También me molestaba que mis parientes estuvieran hablando de organizar el entierro en caso de que falleciera, y que mi hermano estuviera consolando a mis otros dos hijos… “¡si yo estoy viva!”

Se comunica a la familia el próximo fallecimiento de Inés ("no durará mucho en este estado") y, mientras, se pasa a la UCI. Aunque en principio estaba inconsciente, al mismo tiempo escuchaba en la UCI al cirujano y a la ginecóloga compadeciéndose de ella y diciendo literalmente:

“No hemos podido hacer nada más, hemos hecho lo que hemos podido”.

5. LA LUZ

Durante la experiencia de muerte cerebral no vio a parientes fallecidos, ni vio ningún túnel, pero en el quirófano empezó a ver una luz que envolvía a todo su cuerpo inanimado, y lo más sorprendente, algunos de los presentes en el quirófano también la vieron, puesto que les oyó decir:

“Esto no es normal, aquí se está produciendo un milagro”.

Inés nos relata con detalle sus impresiones acerca de la luz:

“Era un luz muy dulce, muy dulce, suave, me sentí cogida, tenía vida propia. Era una luz esférica encima de mi cabeza, pero a un brazo de distancia por arriba, (es decir, no era una luz del techo). Esa luz, se fue estirando desde mi cabeza, hacia el resto de mi cuerpo, cubriéndolo por entero y cayendo como una sábana hacia el suelo. O sea, lo que al principio fue una luz puntual, se fue estirando alrededor mío y quedé totalmente envuelta en esa luz que me bañaba. La sensación general fue de un increíble bienestar general. Me sentí arropada, me sentí acogida”

Aquel momento fue muy largo para mí, pero no puedo medirlo puesto que el tiempo no existía entonces. Sentía un calor muy agradable. Ni siquiera cuando nació mi primer hijo sentí un sentido de amor tan profundo como entonces.

Ese amor estaba dirigido hacia mí. Nada que ver con el amor de una madre a su hijo o de un hijo a su madre, daría lo que fuera por volverlo a sentir”.

De repente, las máquinas empezaron a sonar de nuevo y todos los indicadores empezaron a marcar vida otra vez. Ante la sorpresa general, el cirujano dice:

“No la anestesiéis que va a ser peor, cerradla rápido”. Y la indujeron en un coma profundo que duró varios días.

Al despertar de ese periodo de tiempo en coma, Inés quiso agradecer personalmente al personal médico que le hubieran salvado la vida.

Ante su sorpresa la ginecóloga le dijo:

 “Inés, nosotros no hicimos nada. Es más, esto es un milagro”.

Pero no quisieron añadir nada más.

También le confirmaron que el niño estaba bien, pero era un riesgo traérselo por riesgo de virus o infecciones.

6. DESPUÉS DE LA EXPERIENCIA ECM

PREMONICIONES Y HECHOS PARANORMALES

A partir de ese momento, Inés comenzó a experimentar sucesos inexplicables que en FELITIA hemos tenido la oportunidad de oír de sus propios labios:

Ella misma nos lo explica:

1. "En alguna ocasión he tenido la oportunidad de encontrarme con personas con las que yo tenía la total certeza que iban a morir en las próximas 24 horas. La pauta habitual es ver sus labios totalmente ennegrecidos, como morados. A día de hoy, este tipo de premoniciones visuales se han cumplido siempre, en los pocos casos que (por fortuna) he experimentado".
A nuestra pregunta de si alguna vez ha estado tentada en decírselo a la persona implicada, su respuesta fue:

"¿Y cómo se lo dices? No puedes decírselo ¿Qué podrían hacer en el hipotético caso que me creyeran?… la muerte es dulce, pero nosotros la interpretamos como algo negativo. Las premoniciones me avisan, pero como me dan miedo yo no las quiero escuchar, a veces cuando me vienen, las explico en voz alta a mis hijos, para que cuando finalmente ocurren, puedan creer la veracidad de lo que me pasa”

2. "Una vez estando en el supermercado con mi hija, vi claramente como una señora que estaba un poco más adelante, caería mareada hacia atrás y se golpearía la cabeza contra el suelo. Solo tuve tiempo de avisar a mi hija, y la señora se cayó y se fracturó el cráneo".

3. "Otra cosa que yo ya sabía con anterioridad es que me moriría, y que no superaría ese parto. Lo que no podía imaginar es que "algo" me salvaría en el último momento".

4. "En una revisión se detecta que tengo los dos iris cerrados y con riesgo de glaucoma. Me dan cita para más adelante, momento en el cual quisieron operarme, pero no me dejé puesto que no me habían avisado previamente. Al no dar mi consentimiento, a los tres meses volvieron a llamarme, y el profesional venezolano que me atendía se quedó de piedra al comprobar que mis iris estaban perfectos. A día de hoy, aún no quieren reconocer que mis ojos están perfectamente sanos".

5. "Si toco a la gente en el brazo es porque sé que lo tengo que hacer. Cualquier persona de la calle puede ser que necesite que la toque. ¿Está bien señora?” y la toco. Y luego la ves mejor, más animada".

"Alguien me dijo que había venido a este mundo a ayudar. Mi exmarido sufrió un cáncer terminal galopante, y hasta el momento de su muerte, aunque ya llevávamos tiempo separados yo estuve a su lado. Estuve meses viajando diariamente a Barcelona para cuidarle, incluso tuve que traer a mis hijos a vivir allí para poder cuidarle. Murió llamándome"

7. CALIFICACIÓN DEL RECUERDO DE LA ECM

Le pedimos a Inés que a modo de conclusión, nos explique si guarda un buen recuerdo de su Experiencia Cercana a la Muerte:

"Volvería a pasar por eso. De hecho, estaba tan a gusto que hubiera preferido no volver y quedarme para siempre en ese sentimiento de amor dulce".

Aunque han quedado muchas cosas en el tintero, en resumen, este es el relato de la fascinante experiencia de Inés, y nuestro objetivo es planteárselo a nuestros lectores de la forma más fidedigna posible.

Esperemos que su valentía al exponerlo sirva de ejemplo a muchas personas que se encuentran en su situación, y sienten el rechazo social de parejas, parientes y amigos, usualmente por miedo a un fenómeno que no comprendemos en su totalidad.

Desde estas líneas mandamos todo nuestro apoyo y cariño a Inés.

Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"


ROSA: 7 DÍAS EN COMA

GRACIELA: CONTRATO PRORROGADO

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