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LA PLEGARIA DE JESÚS Y LOS PADRES DEL DESIERTO




A. LA PLEGARIA DEL CORAZÓN: EL ARMA SECRETA DE LOS MONJES CRISTIANOS


Durante los siglos III-IV d.C, los primeros monjes cristianos, gente exiliada voluntariamente a los desiertos profundos de Egipto desde todos los rincones del imperio romano, descubrieron 'una forma corta de rezar' (monología), que era desconocida hasta entonces por la comunidad cristiana.



Esa forma de lanzar la plegaria DIRECTAMENTE A LA DIVINIDAD de forma breve pero continua, se mantuvo relegada a los desiertos de Egipto y entre las frías paredes de los monasterios del mundo cristiano ortodoxo, y oculta a las personas "de a pie" durante siglos.


La “Plegaria de Jesús”, (también denominada "Plegaria del corazón", u "Oración de Jesús"),  no gozó de una cierta popularidad hasta 1.300 años después de ser descubierta.


Concretamente hacia el S. XVIII, el staretz* Paisij Velichkovsky (1722-94), pudo al fin difundirla fuera de los muros de esos monasterios, traduciendo al idioma ruso coloquial los libros que componen la "Filocalia" (amor a la belleza), colección de textos de carácter místico, escritos por los llamados "Padres del Desierto".


Hoy en día, esta forma de meditación es desconocida para los creyentes cristianos (sobre todo católicos, puesto que este método se identifica erróneamente con la cristiandad ortodoxa).


Pocos monjes occidentales tienen la paciencia y la dedicación para enseñarla a los curiosos en su camino de búsqueda espiritual (y muchos de ellos ni siquiera conocen su existencia).


*Un “staretz” (stárets), era una figura muy parecida a un “guru”, un padre espiritual, consejero o maestro que guía a su discípulo en su despertar espiritual, en un monasterio ortodoxo.



B. ORÍGENES DE LA PLEGARIA DE JESÚS


Todas las doctrinas utilizan una especie de “cordones de oración”, cristianos-rosario, musulmanes-tasbish, budistas-mala, hindúes-rudraksha (en la foto).


Es un hecho poco conocido que el origen del primer cordón de oración cristiano se encuentra en el S. IV.


Cuenta la leyenda, que los Padres del Desierto de Egipto y las montañas de Siria, estaban siendo atacados por el diablo, el cual con sus artimañas provocaba todo tipo de interferencias en su rezo continuo, la llamada Plegaria de Jesús, (o también la Plegaria del Corazón).


Esa era el arma que los esforzados monjes utilizaban en su día a día para combatir al maligno y conseguir su objetivo de unirse místicamente a Dios.


Se cuenta que fue el arcángel Gabriel quien, viendo las dificultades por las que pasaban los iniciados monjes para mantener siempre presente en su mente la Plegaria de Jesús, hizo entrega a Pacomio de una “cuerda de oración”, que hoy se conoce como Komboskini o Chotki en los ambientes de la iglesia cristiana ortodoxa.


La leyenda sigue explicando que el “Komboskini” o “cordón de oración”, era tan efectivo, que el primer monje que lo utilizó, Pacomio, tuvo una visión del diablo durante su plegaria, el cual invariablemente desataba los nudos de la cuerda de lana negra para que no pudiera ayudarle a rezar, llegando a desesperar al monje.


Debido a eso, San Gabriel enseñó al monje a realizar un tipo especial de nudo que el demonio no podía desatar, y así nació el Komboskini.


Así pues, 600 años antes que los cristianos se separaran en “Católicos” y “Ortodoxos”, (el Cisma de Oriente y Occidente de 1054), la cristiandad tenía una “cuerda de oración”, (Siglo IV d.C.) compuesta de 25, 33, 50 0 100 nudos, usualmente en una cuerda de lana negra.

(y todo eso mucho antes que el Rosario católico actual de 1208, según cuenta la leyenda fuera entregado por la Virgen a Santo Domingo de Guzmán)


Aunque en occidente no tengamos tendencia a utilizarla (seguramente por desconocimiento), la Oración de Jesús no es patrimonio exclusivo de la iglesia ortodoxa.


El mismo Juan Pablo II la recomendó fervientemente, llegándola a definir como un "pequeño tesoro":


"Esta fuerte invocación, expresada con estas palabras u otras semejantes, y repetida frecuentemente, pasa a ser como el soplo del alma. Permite al hombre percibir la presencia de Dios en todo lo que le rodea y sentirse amado por Dios a pesar de sus debilidades [...] Esta "pequeña oración" es un gran tesoro y une a todos los que rezan ante el rostro de Cristo" - Ángelus 03/11/96 Juan Pablo II




C. LA 'PLEGARIA DE JESÚS': EJECUCIÓN


Los nudos servían para contar las veces que durante el día se rezaba la Plegaria de Jesús, una breve jaculatoria que tiene DOS PARTES diferenciadas:



1. “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ... (INHALACIÓN) y a continuación...
2. ... tened piedad de mí, pecador" (EXHALACIÓN)



♥ Durante la inhalación, el practicante debe visualizar la figura acogedora de Jesús e inhalar su presencia amorosa, llevándola al pecho (por eso se llama "del corazón").


♥ Durante la exhalación, el practicante debe visualizar como esa presencia le sana, y expandir dicha presencia amorosa al mundo para que pueda beneficiarse de ella.


NOTA: la posición de las manos en este dibujo de Jesucristo es la que aparece de forma natural al recitar la Plegaria de Jesús cuando no se utiliza el cordón de oración, con las palmas hacia arriba.




LIBROS SOBRE LA 'PLEGARIA DE JESÚS'


Al que se inicia en la Plegaria de Jesús, recomendarle dos libros, el primero “Relatos de un peregrino ruso”, y el segundo la misma "Filocalia", donde se recomienda al principio realizar ese pequeño "mantra", al menos 3.000 veces al día, (recordemos que estaba destinada a los monjes o peregrinos), sumando todos los periodos a los que uno pueda dedicar buenamente su tiempo.


Para eso sirve la “cuerda de oración”, para ir contabilizando durante el día, todas las veces que uno ha podido pronunciar esta breve jaculatoria (“mantra” o "japa" en su versión oriental).


“La oración de Jesús, interior y constante, es la invocación continua e ininterrumpida del nombre de Jesús con los labios, el corazón y la inteligencia, en el sentimiento de su presencia, en todo lugar y en todo tiempo, aun durante el sueño”.


La Plegaria de Jesús pues, es una de las obras maestras de la corriente conocida como “hesicasmo”, (que proviene de hesyquia o “paz interior”), cuyos practicantes eran conocidos con el nombre de “Hesicastas”.


Su objetivo principal: pacificar la mente, el ego y los pensamientos negativos, en beneficio del silencio y la paz interior, a través del Espíritu Santo y la invocación constante del nombre de Jesucristo.


Pero ese no es el único objetivo, en este artículo tienes todos los beneficios de la actitud contemplativa de los padres del Desierto en su día a día.




D. BENEFICIOS DE LA PLEGARIA DE JESÚS


Independientemente de que una persona sea creyente o no, la plegaria de Jesús cumple cuatro funciones fundamentales en los tiempos que vivimos.



BENEFICIO Nº 1: NOS ANCLA EN EL PRESENTE:

Tanto el Mindfulness como el Poder del Ahora nos explican que la mente va por libre.

En cierta manera, la mente es independiente de nosotros mismos, y mantiene su propio timing, su propia agenda.

Como la mente vive siempre en el pasado (tristeza, añoranza), o en el futuro (el miedo), la Plegaria de Jesús (recitada de forma continua cuando la persona lo cree conveniente), sirve para:


"Desconectar la mente de los temores sobre el futuro, y los recuerdos angustiosos del pasado, anclándonos en las sensaciones y emociones del presente inmediato"


Estas sensaciones y emociones que sentimos "ahora", son independientes de los pensamientos y los sentimientos en los que la mente nos obliga a vivir, puesto que las dos primeras solamente pueden vivir en el presente, (y los segundos casi NUNCA están en el presente).




BENEFICIO Nº 2: EVITA EL “OVERTHINKING” (PENSAR DEMASIADO):


Una de las conclusiones más interesantes a la que llegaron los Padres del Desierto es que, en ocasiones, nuestros pensamientos puede ser que no sean nuestros, sino que sean intromisiones, sugerencias de entidades psíquicas desconocidas o entidades externas conocidas en la época como el demonio, los djinn, entidades negativas, etc:


“Ten cuidado de que no se eleve en tu corazón un pensamiento secreto (Dt. 1,9) […] se entiende por ello la simple aparición de un objeto malo por odio a Dios, lo que los Padres llaman una “sugestión”. Ofrecida al corazón por el diablo, ella es seguida, tan pronto como se presenta a la inteligencia, por nuestros pensamientos que entablan con ella una conversación apasionada” - Hesiquio de Batos


La simple posibilidad de que el diablo (o entidades físicas o no físicas desconocidas) puedan hackear nuestra “wifi” mental y nos puedan sugerir temas para tentarnos, (o rumiar demasiado, provocándonos ansiedad, tristeza o deseo), nos tiene que poner en estado de alerta respecto a estar todo el día dándole a la cabeza y a los contenidos de esos pensamientos.

A resultas de todo ello, nuestros pensamientos, quizá no sean tan nuestros como nos imaginamos. Así que la plegaria de Jesús, nos enseña cómo regularlos, actuando a modo de "filtro" para discernir entre nuestros pensamientos reales, las imposiciones de nuestra mente-egoica, o las "sugerencias interesadas" de entidades externas de naturaleza desconocida, destinadas a atentar contra nuestro equilibrio interior.




BENEFICIO Nº 3: LA COMPONENTE DEVOCIONAL:


Si se tiene fe, (o una duda razonable de que la fe pueda ser útil), durante la plegaria uno puede proyectar en la figura de Jesús un amor incondicional, (propio del amor que se le tiene a un padre o a una madre bondadosos).


Un amor casi físico que consigue iluminar nuestro corazón y que a lo largo de los años nos acompañará siempre fiel.

Para los creyentes, siempre se puede utilizar el libre albedrío para amar la obra y el ejemplo de Jesús de forma consciente y deliberada, eso empequeñece al ego y engrandece al alma-cosnciencia, (lo que realmente somos), aportándonos fortaleza y calidez en un mundo necesitado de amor verdadero.




BENEFICIO Nº 4: CONSEGUIR LO QUE UNO DESEA:


Si se tiene en mente el objetivo que uno quiere sugerir a la Divinidad que le conceda, la plegaria de Jesús es una forma de focalizar la atención y dar forma en la mente dicho objetivo de forma continua. A tal respecto hay que recordar las palabras del evangelista Juan (16:23-24)

23 De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiéreis al Padre en mi nombre, os lo dará.

24Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.


En cierto modo se trataría entonces de una cierta invocación a Jesús como intermediador para con la Divinidad, con el objetivo de que nos consiga aquello que más deseamos, una especie de versión espiritual del “Creer es crear”.



E. ¿CÓMO PRACTICAR LA PLEGARIA DE JESÚS?

PASO 1: En nuestra casa, asignemos una habitación tranquila a la meditación y la plegaria contemplativa. Preferentemente a oscuras, hay que sentarse en una postura cómoda en completo silencio (hesyquia) y en completa quietud (muy importante, hay que parecer una estatua humana), músculos 100% relajados, manos abiertas hacia arriba en actitud de recibir.


“Volvamos a nuestra celda lo antes posible. No sea que remoloneando fuera, olvidemos la guarda de lo de dentro” - Antonio Abad


PASO 2: Respirar lentamente. En cuanto nuestras pulsaciones se ralentizan, debemos empezar a recitar la plegaria de Jesús en dos partes, perfectamente sincronizadas con la respiración. Al inhalar repetiremos mentalmente o de viva voz: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios”. Al sacar el aire, recitamos la segunda parte: “Tened piedad de mí, pecador/a”.


NOTA DE FELITIA:

Para los no-creyentes pueden utilizarse fórmulas pertenecientes a otras tradiciones, como el “Om mani padme hum, budista, o el koan taoísta “La mente se mueve, y el Chi la sigue”,

Inhalando: “Om mani” / ”La mente se mueve”

Exhalando: “… padme hum”/ “y el chi la sigue”.


PASO 3: En cuanto a la forma de parar los pensamientos, hay que tener en cuenta que no se trata solo de recitar la jaculatoria, hay que utilizar la imaginación activa. Una vez sincronizada con la respiración, hay que imaginar que durante la inhalación, una luz dorada que representa el amor que Jesús envía, entra en la parte central de nuestro pecho (no directamente al corazón, puesto que es una sensación muy potente que podría acarrear consecuencias físicas, como explicaba el monje benedictino Fray Estanislau).


Al exhalar podemos hacer dos cosas;

1. Exhalar al mundo el amor de Jesús que hemos recogido durante la inhalación, repartiéndolo entre los que más lo necesiten (los conozcamos o no). A veces hay cadenas de oración con alguien que necesita desesperadamente ayuda, es un buen método para intentar ayudarles.

2. Imaginar que con la exhalación sacamos fuera la basura que hemos ido acumulando en nuestra vida, a nivel de odio, envidia, tristeza, miedo, y sanándonos conscientemente con el amor de la Divinidad en nuestro interior.


"Gracias a la invocación continua del nombre de Jesús, a la posición adecuada del cuerpo, y al control de la respiración, puede entablarse la lucha contra todas las formas de mal espiritual y lograr un recogimiento cada vez más profundo en la oración" - Krzysztof Lesniewski


“La oración sin distracción es la más alta inteligencia del Universo” - Evagrio Póntico


Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"



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