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VIDA DE KRISHNAMURTI, EL NUEVO MESÍAS


KRISHNAMURTI: SU VIDA, SU OBRA

Durante la mayor parte de su vida, Krishnamurti creció señalado por todos como "El nuevo Jesucristo",  la reencarnación de un maestro-avatar. Un nuevo Mesías que venía a salvar al mundo de su propia estupidez y ambición sin límites. 32 años después de su muerte, pocas personas han oído nunca hablar de él.

INTRODUCCIÓN

A lo largo de la humanidad han surgido personas cuya contribución a la mejora espiritual de la raza humana, ha sido indiscutible. Paradójicamente o no,  son las más desconocidas en la actualidad, (siempre se recuerda más a los tiranos, dictadores o genocidas), pocas veces se recuerda a los sabios, (sobre todo si no les respalda ninguna iglesia organizada).

Es el caso de Jiddu Krishnamurti, durante muchos años fue un faro que enviaba un poco de luz a toda la oscuridad en la que se sumergió el siglo XX.


Krishnamurti no fue el típico yogui o gurú, de los muchos que vivieron en la segunda mitad del siglo XX, (rodeados de lujos, Rolex, Rolls Royce, adeptos y comodidades).

Sin el respaldo de ninguna religión oficial, (a las que durante toda su vida les criticó su falta de compasión y caridad con los más desfavorecidos), Krishnamurti creció rodeado de riqueza y fama, a la que pronto renunció.

Los yoguis famosos como Yogananda, o Swami Brahmananda Saraswati crecían pobres y luego adquirían riqueza y reconocimientos a medida que enseñaban. El caso de Krishnamurti es exactamente el contrario.

Krishnamurti renunció de forma voluntaria a una vida de comodidad y fama cuando ya era una figura conocida y reverenciada, para empezar un duro camino de enseñanzas en pequeñas salas, conferencias y fundando escuelas elementales en la India e Inglaterra.

Solamente por este hecho diferencial, alejarse voluntariamente muy joven de la fama, el lujo y la riqueza, ya vale la pena ir profundizando en la vida y obra de ese francotirador de la espiritualidad.

BIOGRAFÍA DE KRISHNAMURTI

krisnamurti y su hermano


Jiddu (a la derecha de la imagen), nació en 1895 en la India colonial, en la ciudad de Andhra Pradesh siendo el octavo hijo, (como Krishna, de quien lleva el nombre). Se cuenta que su madre tenía ciertos poderes como médium y psíquica, llegando a tener conversaciones con su hija muerta a los 20 años.

Krishnamurti reconoció en varias ocasiones que él también podía hablar con su hermana fallecida, y también con su madre, después de muerta. Su madre murió cuando él tenía 10 años.

A la edad de 14 años fue descubierto en una playa jugando con otros niños.

Su descubridor fue Charles Webster Leadbeater, un famoso y dotado médium que durante muchos años fue una figura influyente en la Sociedad Teosófica de Madame Blavatsky.

El niño es presentado a Annie Besant, a la sazón presidenta de la Sociedad Teosófica de Adyar.

Aunque se dice que el aura de las personas está teñida de una miríada de colores, que muestran el nivel de evolución del individuo, el aura de Krishnamurti era de una claridad y pureza extraordinarias. Cuentan que lo que vio Leadbeater en aquel niño fue su extraordinaria aura blanca y luminosa.

Este hecho hizo que la sociedad Teosófica lo adoptara como uno de los “Profesores del Mundo”, con el mismo rango de importancia que Moisés, Siddharta Gautama, Zarathustra, Jesús o Mahoma. Leadbeater llamó a Krishnamurti con el apodo de “Alcyone”, una de las reencarnaciones pasadas del muchacho, según el medium.

LLEGADA A INGLATERRA

Krinshnamurti fundó la “Orden de la Estrella de Oriente” cuando era muy joven, junto con los líderes de la Teosofía mundial. El propósito era preparar el futuro de “La segunda venida”, su preparación como Mesías

En 1912 desembarca en Inglaterra y su llegada es seguida por centenares de personas puesto que la noticia había causado mucha expectación. Se encontraron con lo que se describió como:

“Una extraña figura con largo cabello negro que caía sobre sus hombros y dos enormes ojos oscuros que tenían una mirada inexpresiva”


Así empezó su entrenamiento, su preparación como nuevo gurú, "el nuevo Mesías",... como así lo querían presentar al mundo.

El joven Krishnamurti y su hermano nunca estaban solos. Maestros–seguidores de todo tipo iban pasando por sus dependencias, llenándolos de conocimientos, cosa que a él le desmotivaba profundamente.

De esa época nace su afirmación:

“Ya en Inglaterra vi como esos seres se divertían en los teatros intentando olvidar su propia infelicidad, […] intentaban ayudar a los más pobres y degradados, cuando ellos mismos estaban necesitados de ayuda… ¿Cómo puede ayudar alguien a otra persona, estando él mismo afectado de esa misma enfermedad?”

Posteriormente Krishnamurti reconocería haber hablado varias veces con el Maestro Kuthumi, un ser sin cuerpo físico, a lo largo de las meditaciones matutinas que empezaban a las cuatro de la mañana.

“Un día la luz del sol entraba en la habitación y Kuthumi estaba en pie, de espaldas al sol. Me levanté, caminé hacia él y pasé a través de él. Luego me volví y no vi a nadie. Había desaparecido. Ya no estaba allí. Nunca más lo volví a ver” – Recogido de “La verdad es una tierra sin caminos, un viaje con Krishnamurti” (Ingram Smith)

DUDAS SOBRE LEADBEATER

Algunos dicen que la verdadera intención del descubridor de Krishnamurti, Charles Leadbeater fue influir en la sociedad Teosófica a través de Krishnamurti.

De orígenes muy humildes, Leadbeater terminó siendo clérigo de la iglesia anglicana de Inglaterra.

Su influencia sobre Annie Besant, a la sazón presidenta de la Sociedad Teosófica Adyar era total.

Se le acusa de querer fomentar un culto adventista con la figura de un “nuevo Mesías” que él podría maniobrar como un títere.

A tal efecto, escribió un libro sobre las vidas pasadas de Krishnamurti, sobre el que se tienen serias dudas que se corresponda con la “realidad” biográfica de las vidas pretéritas del muchacho.

Pero Krishnamurti, lejos de aceptar las imposiciones de Leadbeater y el círculo teosófico a rajatabla, empezó a olerse la tostada y escribió una carta en que lo deja claro, tal y como refleja la escritora Mary Lutyens en su libro “Candles in the Sun” (1957):

“Pienso que ahora ya es tiempo para que tome mis asuntos en mis propias manos. Pienso que podría llevar a cabo mejor las instrucciones del Maestro si no se me forzaran haciéndolas desagradables, tal como ha ocurrido por algunos años... no se me ha dado ninguna oportunidad para sentir mis propias responsabilidades, y he sido arrastrado como un bebé. No había querido escribir antes acerca de esto porque no deseaba preocupar a la señora Besant, pero pienso que ustedes dos saben ahora cuál es mi posición

Viendo como se le escapaba la “gallina de los huevos de oro” Leadbeater reaccionó enfadándose, y como no, descubriendo a otro gurú, un brahmán del sur de la India llamado Rajagopalacharya), con el que quiso eclipsar a Krishnamurti. A partir de ese momento, las relaciones entre “descubridor” y el “descubrimiento” se enfriaron notablemente.

2 PUNTOS DE INFLEXIÓN:

ILUMINACIÓN Y MUERTE

Mientras tanto, en 1922, Krishnamurti tiene un periodo de retiro espiritual en Estados Unidos que marcará su vida para siempre:

“El 17 de agosto, sentí un dolor agudo en la base de la nuca y tuve que reducir mi meditación a 15 minutos. El dolor, en vez de mejorar como había esperado, empeoró. El clímax fue alcanzado el día 19. Yo no podía pensar ni era capaz de hacer nada. Mis amigos me obligaron a permanecer en cama. Luego quedé casi inconsciente, […] ese primer día, mientras estaba en tal estado y más consciente de las cosas que me rodeaban, tuve la primera y más extraordinaria experiencia";vida de krishnamurti

"Había un hombre reparando la carretera; ese hombre era yo mismo, yo era el pico que él sostenía, la piedra misma que él estaba rompiendo era parte de mí, la tierna hoja de hierba era mi propio ser y el árbol junto al hombre era yo. Casi podía sentir y pensar como el hombre que reparaba la carretera, podía sentir el viento pasando a través del árbol, y la pequeña hormiga sobre la hojita de pasto. Los pájaros, el polvo, y el mismo ruido eran parte de mí. Justo en ese momento pasaba un auto a cierta distancia; yo era el conductor, la máquina y las llantas. Conforme el auto se alejaba, yo también me alejaba de mí mismo. Yo estaba en todas las cosas o, más bien, todas las cosas estaban en mí, las inanimadas como las animadas, las montañas, el gusano y toda cosa viviente”.

Durante esa época y antes del fin de los terribles dolores que le acecharon, comenta que pudo visualizar y entablar conversaciones (según testigos como su hermano y otros) con Buda, Maitreya y otros maestros, así como experimentar la subida de la kundalini y la apertura del tercer ojo.

Durante toda su vida krishnamurti nunca fue dado a explicar nada que le hiciera parecer un iluminado, así que ésta fue de las poquísimas veces que le ocurrió algo remotamente "paranormal".

La muerte de su hermano, único familiar acompañante y confidente, desencadena en Krishnamurti una “revolución espiritual total”, abandonando la Sociedad Teosófica y escribiendo uno de sus más aclamados libros; “El libro de la vida”.

“Tiene que haber una rebelión contra el conformismo, contra la respetabilidad. Porque el hombre respetable es el hombre mediocre, debido a que siempre desea algo. Porque su felicidad depende de la influencia, o de lo que piensa su prójimo, su gurú, de lo que dice el Bhagavad Gita, o los Upanishads o la Biblia o Cristo. Su mente jamás está sola. Ese hombre nunca camina solo, sino que siempre lo hace con un acompañante, el acompañante de sus ideas […] ¿Es posible originar de inmediato ese estado de la mente libre de influencias, el cual no puede ser afectado por su propia experiencia ni por la experiencia de otros, ese estado de la mente incorruptible, sola? Únicamente entonces es posible dar origen a un mundo diferente, a una cultura y una sociedad diferentes donde puede existir la felicidad“

LA META FINAL

Su objetivo en la vida siempre fue el de ayudar a la sociedad a alcanzar la paz a la que se llega por el encuentro con la Libertad personal, (por medio del conocimiento de uno mismo a través de la meditación y la indagación interior) y lograr salir de la cárcel del ego.

En sus libros y conferencias, Krishnamurti rechazaba de plano:

1. Los nacionalismos, promulgados por los gobiernos para servirse de los ciudadanos en conflictos bélicos y económicos, en beneficio de sus propios intereses ocultos. Ejemplo de lo que Krishnamurti opinaba sobre los nacionalismos:

"El nacionalismo es un veneno que destruye al hombre [...] Ustedes son nacionalistas, ustedes son hindúes, hindúes contra Pakistán, contra Inglaterra, contra Alemania, contra Rusia, y así sucesivamente. El nacionalismo es un veneno. Esto es algo que puede ser entendido muy fácilmente pues divide al hombre. No se puede ser nacionalista y hablar de hermandad. Son términos contradictorios". Extraído de "La verdad es una tierra sin caminos"

2. Las grandes religiones organizadas, también eran objetivo de sus críticas, puesto que Krishnaji (apodo con el que era conocido por sus íntimos) creía que no daban tregua a la humanidad, y a los individuos, para que pudieran pensar por sí mismos y “ser autoconscientes” de su propia naturaleza divina;

"Cuando ustedes buscan una autoridad que les lleve hacia lo espiritual, automáticamente se ven obligados a construir una organización alrededor de esa autoridad. Con la creación de esa organización, que ustedes piensan ayudará  esa autoridad a llevarles hacia lo espiritual, se encierran ustedes en una jaula. [...] Su espiritualidad depende de otro, su felicidad depende de otro, su iluminación depende de otro..." Extraído de "La verdad es una tierra sin caminos"

A ese respecto, Krishnamurti identificaba a la mente con el ego, y a la religión con el dogma:

“La mente es el resultado del Tiempo, de la Tradición, de los condicionamientos, y por lo tanto, no sirve para mucho. Cuando la mente ve que ya no confiamos en ella, se inventa algo indemostrable, la esperanza en una salvación que implica que estamos condenados de antemano. No es lógico. […] Nosotros ya no decidimos a través de nuestra experiencia directa, sino a través de los condicionamientos sociales, la moralidad, etc.”

En su etapa adulta y hasta su muerte, Krishnamurti empezó un largo camino de conferencias multitudinarias (2.000 personas era habitual encontrarlas en cada charla, fuera cual fuera el país que visitase). Las grabaciones de sus audios se oían semanalmente en teatros de todo el mundo, congregando multitudes (como en el Wayside Theatre de Sydney en Australia, transmitidas por radio por la Australian Broadcasting Commission).

También promovió enseñanzas en diversos ámbitos y charlas en círculos reducidos de estudiosos de la iluminación:

“Cuando termina el sufrimiento, es cuando empieza la sabiduría. El fin del sufrimiento es la comprensión de “lo que es” y comprender "lo que es", sólo es posible cuando uno observa, cuando uno se da cuenta” – Jiddu Krishnamurti

Aquel hombre que a lo largo de su vida nunca mintió ni engañó a persona alguna, tenía la facultad innata de conocer las intenciones de cada uno aún a distancia. Siempre rodeado de un aura de misterio, cuentan la siguiente anécdota:

En Sri Lanka, en el año 1980 fue recibido con honores de jefe de estado, más de cuarenta periodistas se agolpaban para entrevistarle...

"Uno de ellos le preguntó si era la reencarnación del Buda en nuestro siglo. Krishnamurti se mostró muy modesto, pero no lo negó" - Ingram Smith (periodista australiano)

Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"

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