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No es posible entender el porqué de la prohibición de la reencarnación, por parte del emperador Justiniano, sin comprender las creencias de los primeros padres de la Iglesia.
Como se verá en el artículo sobre "El ocaso de la Reencarnación", el más firme defensor de la "Teoría de la Reencarnación" fue Orígenes, uno de los primeros y más queridos "Padres de la Iglesia" cristiana, cuyas creencias fueron desautorizadas, después de muerto, por dos emperadores romanos:
1. CONSTANTINO I (272-337 d.C)
- El primero que pretendió desautorizar a Orígenes fue el emperador Constantino, cuyo consejero en asuntos de religión era Ósio de Córdoba, declarado enemigo de las tesis de Orígenes y de Arrio, los cuales defendían que Jesucristo no había formado parte de la naturaleza de Dios, sino que el mismo Dios lo había creado para traer su mensaje de fraternidad y amor a los hombres, una especie de "regalo de Dios a la raza humana" para procurar su salvación.
Esta idea va en contra de lo que cree hoy en día en el catecismo de la Iglesia Católica, o sea, el 'Misterio de la Trinidad'.
La Trinidad consiste en una única naturaleza Divina (llamada "OUSÍA"), pero tres entidades en un único Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo)
Por lo tanto, el pecado de Orígenes y de Arrio había sido creer que Jesucristo había tenido un origen y que por tanto no había existido desde siempre como consubstancial a la misma naturaleza de Dios (Teoría de la Subordinación).
Ósio de Córdoba (en el grabado), organizó y presidió el Concilio de Nicea (325 d.C), cuya misión fue, básicamente, ir en contra de las ideas de Arriano y del arrianismo, cuyo movimiento estaba cobrando mucho auge en Oriente.
Los únicos valedores de Arrio fueron los obispos Eusebio de Nicomedia y Eusebio de Cesarea (otro Padre de la Iglesia), los dos abiertamente partidarios de las tesis de Orígenes.
2. JUSTINIANO I (483-565 d.C)
- El otro emperador romano que intentó borrar de la historia a Orígenes, fue Justiniano, junto con su consorte Teodora, una pareja nefasta para la cultura y la libertad de creencias de su época. 300 años después de muerto Orígenes, con las conclusiones del 2º Concilio de Constantinopla, se le condena a la "Damnatio Memoriae", la condena a la memoria, (el olvido eterno), y se queman todos los libros que se pudieron encontrar de su obra)
Entonces se podría decir que en el centro de todas las polémicas en que se enfrascaron los primeros mandatarios de la Gran Iglesia, se encontraban siempre las ideas de Orígenes...
Teólogo alejandrino que vivió alrededor del 185-254 d.C., Orígenes quiso seguir el ejemplo de su padre Leónidas, (ferviente cristiano y líder de su comunidad que murió decapitado por las tropas romanas), y ser martirizado como él, pero no pudo conseguir su objetivo, dedicando su vida entera al estudio y enseñanza de las enseñanzas cristianas.
"De nada me sirve haber tenido un padre mártir si no tengo una buena conducta y no honro la nobleza de mi estirpe, esto es, el martirio de mi padre y el testimonio que lo hizo ilustre en Cristo" (Hom. Ez. 4, 8).
Aseguraba haber leído más de 20 versiones de los evangelios, quejándose por el pésimo estado de conservación de dichos documentos y de las malas interpretaciones que hacían los escribas al copiarlos, quejándose de que nunca se podía estar seguro del contenido de dichos evangelios:
"Hay cosas que se nos refieren como si fueran históricas y que jamás han sucedido y que eran imposibles como hechos materiales, y otras, aun siendo posibles, tampoco han sucedido"
Orígenes, era llamado también "Adamantius" (hombre de acero). Unos dicen que porque fue su nombre de nacimiento y otros por su gran capacidad de trabajo). Su maestro fue Clemente de Alejandría, quien a su vez había sido discípulo de San Panteno (??? - 214 dC), filósofo y misionero que fue a evangelizar la India y se dice que encontró ya allí el Evangelio original de San Mateo.
Para el exégeta (intérprete de las sagradas escrituras) Orígenes:,
"El alma es de naturaleza corpórea e invisible"
Decía que el individuo alma-cuerpo, sólo es una etapa más en la existencia del alma-consciencia interior.
"Cuando se encuentra en un lugar material, [el alma] necesita un cuerpo que se adecúe a ese lugar "como un vestido". Pero al morir, ese cuerpo deviene superfluo, puesto que en otras dimensiones no existe el espacio ni el tiempo, y para ascender a las regiones más puras y etéreas el alma se reviste de incorruptibilidad y de inmortalidad"
Orígenes no creía en la transmigración de las almas (o metempsicosis), o sea, que un alma humana pueda reencarnar en un animal (o vegetal) a resultas de un proceso de caída debido al pecado.
La evolución para él, siempre era ascendente.
Los escritos de Orígenes cayeron en desgracia precisamente por esa defensa de la reencarnación y por el clima de absoluta intolerancia religiosa (jamás visto antes en la historia de la convivencia entre diferentes religiones), que se instauró sobre todo en oriente a partir del S. V. con la regencia de Justiniano y su esposa Teodora.
Por otra parte, Orígenes, (quien en su juventud se castró a sí mismo en un arranque de ascetismo), fue un pensador y exégeta de una profundidad de pensamiento como nunca antes se había tenido en el lado cristiano, y que dejó una profunda huella en la historia.
"Aprendo más de una página de Orígenes que de diez de Agustín" - Erasmo de Rotterdam
Orígenes se pregunta en su obra "Contra Celso" (I-32), si no sería razonable creer que las almas fueran introducidas en los cuerpos de acuerdo con sus méritos y hábitos previos y, por lo tanto que un alma especialmente buena:
"Tenga necesidad de un cuerpo que no solamente sobresalga de entre los cuerpos humanos, sino también que sea el mejor de todos ellos"
En otra obra suya "De Principiis III" 3; (4/5) Orígenes nos dice que según su opinión, unas almas eran movidas hacia el bien y otras eran movidas hacia el mal por unos espíritus que en última instancia siempre le dejaban libre albedrío a la persona para consentir o no su acción positiva-negativa.
De acuerdo con la elección tomada, la Divina Providencia juzgaba ese alma y la situaba en el cuerpo físico que merecía (5/6). O sea ya el alma antes de nacer, tenía sus propias tendencias que enfocaba hacia el bien o hacia el mal.
Según Orígenes, el alma humana ha pasado a través de otras épocas y formas de existencia innumerables en el pasado, y debe pasar por otras innumerables épocas más en el futuro. Concepto muy parecido al del Samsara hinduista.
REENCARNACIÓN Y NUEVO TESTAMENTO
Algunas personas que interpretan los evangelios del nuevo Testamento de una forma heterodoxa, indican que Jesús creía que Juan el Bautista era REALMENTE la reencarnación del profeta Elías. Y que por lo tanto, Jesucristo mismo creía en la reencarnación
Esa cuestión aparece hasta en tres ocasiones en:
a. Mateo 11:14,"Y si quieren aceptarlo, él es Elías, el que había de venir"
b. Mateo 17:10-13 "Los discípulos entonces Le preguntaron: "¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías debe venir primero? Él les contestó, "Cierto, Elías viene, y lo restablecerá todo. Pero os digo que Elías ya vino, y no lo reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron"; así también el Hijo del Hombre tiene que sufrir de su parte. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista."
c. Lucas 1:17 el ángel le anuncia a Zacarías, el marido de Isabel, que tendrá un hijo; Juan el Bautista que "le precederá [a Jesús] con el espíritu y el poder de Elías"
OPINIONES EN CONTRA
Pero los exégetas (expertos interpretando las escrituras canónicas sagradas del Viejo y Nuevo testamento), no están de acuerdo en que esas palabras representen "de facto", que Jesús creyese en la reencarnación, puesto que:
"En ningún caso se puede realizar una interpretación literal de los textos contenidos en la Biblia, sino que deben ser analizados a través de metáforas o analogías. Juan el Bautista tenía igual rango en importancia doctrinal como el Elías que el Antiguo Testamento vaticinó que volvería. Eso no significa que fuera el mismo Elías el que ahora estaba en el cuerpo de Juan el Bautista"
Curiosamente en Juan 1:19-21 el mismo Juan el Bautista niega ser el mismo profeta Elías.
19 "Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas de Jerusalén a preguntarle: ¿Quién eres tú? Yo no soy el Mesías, 31 ¿Entonces qué? ¿Eres Elías tú? Dice: "no lo soy".
A mi entender lo negó de forma lógica:
1. Primero para salvar la vida de las habladurías e intrigas que los miembros del Sanedrín tramaban contra él, y por otra parte,
2. Puesto que era evidente que Juan el Bautista no era la misma persona que el profeta Elías, (en carne y sangre), sino que, como máximo, su cuerpo estaba ocupado por el espíritu de Elías, que son dos cosas diferentes:
Entonces queda claro que si debemos hacer caso de los evangelios canónicos, Jesús mismo opinaba que la asociación mística entre una misma consciencia del pasado y una persona del futuro era posible. Aun así, nunca sabremos si Jesús creía en la reencarnación de forma literal.
Todo el asunto de la reencarnación, a un muy concreto de los que existían en los tiempos convulsos del inicio del cristianismo, no le interesaba nada que se propagara.
Concretamente nos referimos a los "monofisitas" que luego se convirtieron en los coptos egipcios, y de los que una adepta a ellos, una mujer no nacida en Egipto, de nombre de adopción Teodora, fue la persona que alcanzó mayor poder dentro del decadente imperio romano de Oriente.
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"
3. EL PRINCIPIO Y EL FIN DE LA REENCARNACIÓN (3/7)
4. JUSTINIANO Y TEODORA: DESPUÉS DEL CONCILIO DE NICEA (4/7)
LA REENCARNACIÓN A LO LARGO DEL TIEMPO
LA MANDORLA, (LA ALMENDRA) EL SÍMBOLO MÍSTICO POR EXCELENCIA
¿QUÉ ES EL ESPÍRITU REALMENTE?
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