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6. EL OCASO DE LA REENCARNACIÓN (6/7)



2º CONCILIO DE CONSTANTINOPLA



En el artículo anterior vimos como el papa Vigilio (grabado inferior) no quiso acatar los cambios en el dogma cristiano que le ordenaba el emperador Justiniano, llegando a pelear físicamente por su vida y huyendo a Calzedonia.


Entonces el emperador desautoriza al papa de la iglesia cristiana, y convoca por su cuenta un Concilio en su propia ciudad, Constantinopla, para desautorizar a Arrio, Orígenes y otros padres de la Iglesia Cristiana inicial.


El objetivo del emperador romano Justiniano era imponer sus propias ideas y creencias, (y las de su mujer, Teodora, de la iglesia monofisita egipcia), a través de asesinatos a los practicantes de cualquier otra religión, pero también practicando amenazas y coacciones al propio clero cristiano, y a todo ser humano que habitara en los territorios del ámbito de influencia del imperio romano oriental:


"El año 529, el emperador Justianiano prohibió que se dedicaran a la educación todos aquellos que continuaran "bajo la locura del paganismo", para que ya no pudieran corromper las almas de los discípulos. El edicto obligó a cerrar 'La academia de Platón' en Atenas. Desde principios del S. IV fervientes funcionarios irrumpían en los baños públicos y casas particulares, para requisar libros 'heréticos y mágicos' que se convertían en humo en las hogueras públicas"
Irene Vallejo "El infinito dentro de un junto"



POSTURA INICIAL DEL PAPA VIGILIO ANTE EL II CONCILIO DE CONSTANTINOPLA Y SU TRISTE FIN


Sin oposición posible, el Emperador se carga de un plumazo todas las creencias de los partidarios de Orígenes sobre la reencarnación, ordenando la destrucción de sus obras a través de una damnatio memoriae (condenar la memoria de un enemigo del imperio romano al olvido tras su muerte).


El Papa Vigilio se niega a participar en esa farsa de sínodo orquestada por el emperador Justiniano, (puesto que sólo asistían 11 obispos occidentales contra 168 obispos orientales).
Como era de prever, el Segundo Concilio de Constantinopla, (02/06/553) fue un paseo para las exigencias de Justiniano.


¿Pero porqué tenían tanto Justiniano como Teodora tanta animadversión hacia ese querido Padre de la Iglesia fallecido 300 años atrás?



JUICIO CONTRA ORÍGENES (185-254 dC)


“Cada alma viene a este mundo fortalecida por la victorias y debilitada por las derrotas de sus vidas anteriores” - Orígenes


Por un lado, Orígenes fue uno de los "Padres de la Iglesia Cristiana" más favorable a la idea de la reencarnación, y por otro se mostró muy estricto contra todas las herejías y contra los enemigos paganos de la iglesia, entre ellos los monofisitas, que creían que Jesús tenía solamente naturaleza divina y que nunca fue humano.


En resumen, Orígenes fue condenado a la "Damnatio Memoriae " (condena a su memoria) y todos sus libros fueron quemados por Justiniano I, el último emperador romano "real", el cual lideró y manipuló el 2º Concilio de Constantinopla para que sus conclusiones fueran favorables a sus propios intereses de acercamiento a las tesis monofisitas de su esposa Teodora.


Los puntos polémicos que chocaban con las creencias del emperador Justiniano y su esposa Teodora, y que terminaron condenando al ostracismo a Orígenes, y declarando la destrucción de todas sus obras, (300 años después de su muerte), fueron los siguientes:



1.- Orígenes creía en la teoría de la Pre-existencia de las almas


Antes de pasar éstas a la vida terrenal, según Orígenes, las almas ya existían como entidades independientes:


"Las almas siempre han existido y siempre existirán" - Orígenes


Cuando un cuerpo nace, una de estas almas viene a ocuparlo. Un alma creada por Dios en algún momento del pasado entra en el cuerpo humano en algún instante al principio del desarrollo del feto. Más concretamente, el alma de todas las personas tenía una existencia personal consciente en un estado previo al humano. Estas almas pecan en diversos grados dentro de este estado preexistente, condenándose a "nacer a este mundo en un estado de pecado y en conexión con un cuerpo material". A esta teoría se le llama "de la culpa ascendente".


O sea, Orígenes y muchos como él, creían que:




"No somos cuerpos físicos con un alma que si se portan bien irán al Cielo, sino que lo que verdaderamente somos son cuerpos espirituales con almas semi-divinas que se han cometido algún error a resultas del cual han tenido que encarnar otra vez en un cuerpo físico en la Tierra"




2.- Orígenes creía en que sólo el Padre (Dios) es verdaderamente Dios


que es la santisima trinidadSegún Orígenes, Dios es la única entidad 'no engendrada'. Nada ni nadie puede estar a su nivel.


El Hijo-Cristo-Jesús ha sido engendrado por Dios, y por esa razón es un dios secundario. Pero en la actualidad la iglesia católica cree que Jesucristo forma parte de la misma naturaleza que el PADRE debido a su pertenencia a la Santísima Trinidad.


Por supuesto según Orígenes, ese "dios, el Hijo", estaba subordinado en la escala jerárquica al Dios-Padre. O sea, que no compartían una misma entidad o rango, sino que eran entidades diferentes.


Argumento rechazado por la ortodoxia de la Gran Iglesia y por la secta monofisita por razones diferentes.



3.- Orígenes creía en la Apokatástasis:


Esto es: la reconciliación y perdón de todas las criaturas al final de los tiempos

(incluida la figura del diablo).


Eso desautorizaba el miedo a un castigo eterno del infierno, puesto que defendía que:


"Si el hombre no es un ser eterno, nada de lo que pueda hacer en esta vida puede condenar su alma para siempre"


Aunque fue uno de los Padres defensores iniciales de la Iglesia Cristiana, contraatacando los escritos de los principales pensadores griegos como Celso, que criticaban la incipiente religión cristiana, (Orígenes mismo atacaba a otras tendencias cristianas consideradas "heréticas"), por desgracia para él, todas esas "buenas obras", no se ganaron el favor de los poderosos emperadores romanos convertidos. Pero sí la de Papas tan recientes como Benedicto XVI:


"Orígenes llega a promover eficazmente la "lectura cristiana" del Antiguo Testamento, rebatiendo brillantemente las teorías de los herejes —sobre todo gnósticos y marcionitas— que oponían entre sí los dos Testamentos, rechazando el Antiguo".



EL SEGUNDO CONCILIO DE CONSTANTINOPLA


Aun con todos esos "méritos" en el haber de Orígenes, Tertuliano, y otros como ellos, el emperador Justiniano I amenaza con desterrar definitivamente al Papa Vigilio, si éste no viaja voluntariamente a Constantinopla y acepta íntegramente las decisiones conciliares, a cuyos debates el Papa no quiso asistir, (entre ellas la condena a las tesis reencarnacionistas de Orígenes).


A causa de esa amenaza, al pontífice no le queda otro remedio que aparecer por Constantinopla, donde es retenido por Justiniano y empiezan las torturas físicas y psicológicas durante un año para que firme esas decisiones conciliares, a lo que al Papa Vigilio no le queda más remedio que acceder.


Cabe preguntarse qué hubiéramos hecho cada uno de nosotros en su piel.


Durante el segundo concilio de Constantinopla, se dictamina en contra de todas las tesis de Orígenes, en el CAN.11:


concilio constantinopla y la reencarnacion"Can. 11. Si alguno no anatematiza a Arrio, Eunomio, Macedonio, Apolinar, Nestorio, Eutiques y Orígenes, juntamente con sus impíos escritos, y a todos los demás herejes, condenados por la santa Iglesia Católica y Apostólica y por los cuatro antedichos santos Concilios, y a los que han pensado o piensan como los antedichos herejes y que permanecieron hasta el fin en su impiedad, ese tal sea anatema"


9 meses después, para poder ser un hombre libre de nuevo y así regresar a Roma, el papa Vigilio tuvo que emitir, el 23 de febrero de 554, un segundo documento conocido como "Segundo Constitutum" en el que se plegaba totalmente a los deseos de Justiniano y del concilio, siendo liberado. Pero el venerable anciano ya no volvería a pisar Roma.


"Casualmente", cuando el papa Vigilio terminaba su viaje de regreso a Roma, fallece el 7 de junio del 555 d.C en Siracusa (Sicilia).


Este y no otro, era el ambiente "poco sano" que rubricó el "pase a mejor vida" del concepto de la reencarnación entre la comunidad cristiana de la época.




PAPA, PROFESIÓN DE ALTO RIESGO EN LA ÉPOCA DE JUSTINIANO


Justiniano “el emperador que nunca duerme” fue emperador desde el año 527 dC hasta el año 565 dC año de su muerte.


Pero se cree que gobernó en las sombras mucho antes, puesto que ayudó a su tio Justino a ser emperador a la muerte de Anastasio I, (Justiniano era hijo de Vigilantia, la hermana de Justino el anterior emperador). O sea, la influencia de Justiniano puede datarse desde el 518, cuando Justino accede al poder.

Los hechos nos dicen que entre 518 y 555, (37 años) muchos papas murieron de muerte no-natural. Pero es que si miramos el listado de papas desde el año 498 hasta el año 561 dC. Resulta que murieron en el cargo nada menos que 12 papas en 63 años.


El promedio nos da un papa cada 5,25 años (la mayoría asesinados por no plegarse a los deseos de reyes/emperadores de turno, sobre todo de Justiniano).


Veamos la lista por orden de "desaparición":



Juan I, (523-526) No vio a Justiniano como emperador (puesto que murió antes de acceder éste al trono), pero que seguramente murió por la intransigencia de él mismo y de su tío Justino I: Era fraile en el momento de su elección como pontífice, sólo siete días después del fallecimiento de su antecesor. No estaba dentro de la órbita bizantina (oriental), pero fue el primer papa en viajar a Constantinopla cuando el rey ostrogodo Teodorico el Grande lo envió, en 525, para que negociara con el emperador bizantino Justino I el cese de las persecuciones que contra los arrianos se producían en el imperio desde la publicación de un edicto imperial en 523.

El fracaso de su misión, ya que el decreto no había sido anulado, junto a las acusaciones de tibieza en las negociaciones con el emperador, hicieron que a su regreso a Roma, Teodorico lo hiciese encarcelar en Rávena, capital del reino ostrogodo, donde murió martirizado el 18 de mayo de 526.


Sus restos fueron llevados a Roma y enterrados en la Basílica de San Pedro.



Félix IV (526-530 dC): impuesto por el rey ostrogodo Teodorico el Grande, quien había encarcelado y torturado a su sucesor, Juan I. Félix IV vivió agobiado por las disensiones entre los romanos, (algunos de los cuales estaban por Bizancio mientras otros se inclinaban por el gobierno de los godos) y cayó seriamente enfermo (¿??) en 530, intentando nombrar a su sucesor para asegurar la paz en Roma.  Así publicó en 529 un edicto por el que nombraba sucesor a Bonifacio II lo que provocaría a su muerte, el 22 de septiembre de 530, un breve cisma en la Iglesia al elegir la mayoría del clero a Dióscuro



Dióscuro (530 d.C) no contabilizado oficialmente, murió asesinado a los 22 días de pontificado.



Bonifacio II (530-532 dC) Quiso designar a su propio sucesor, Vigilio, pero no le dejó ni la curia ni el senado romano acusado de abuso de poder, aunque Vigilio terminaría siendo Papa, sólo un año (y tres Papas) más tarde.



Juan II (533-535 dC) Luchó contra la herejía nestoriana, pero aprobó una profesión de fe que le fue impuesta por Justiniano sobre el THEOPASQUISMO, (creencia en la que se cree que Dios puede experimentar sufrimiento).


La iglesia oriental monofisita, de la cual Teodora era seguidora, rechazaba el concepto Teopasquista, pero la iglesia occidental (Roma) lo admitía. La aprobación de la teoría en contra propuesta por Justiniano, seguramente permitió a Juan II vivir unos años más.


Justiniano I el Grande, influenciado por su mujer, trataba de atraerse a los monofisitas moderados, logró que un sínodo aceptara la fórmula de los monjes escitas («Uno de la Trinidad sufrió en la carne») que el Papa Hormisdas rechazara por ambigua e innecesaria, y la impuso por decreto el 15 de marzo del 533.


Juan II murió en el concilio de Cartago sin poder contestar a la pregunta ¿qué hacemos con los clérigos exarrianos que vuelven a la ortodoxia?. Justiniano era partidario de perdonarles, no así la ortodoxia (quizá por eso mismo muriera el papa).


Su sucesor Agapito I no les permitió ejercer nunca más de sacerdotes, enemistándose con Justiniano justo al inicio de su pontificado.



Agapito I (535-536 dC) muere enfermo por un envenenamiento a los 11 meses de pontificado, durante una 'visita' a Constantinopla. Su delito; una intervención en contra del monofisismo, herejía de la que era adepto el Patriarca Antino, colocado por la emperatriz Teodora en el cargo.


¿PORQUÉ LO MATARON?


A su llegada a Constantinopla en su primera visita como Papa, Agapito I quiso que Antino se retractara de su no-creencia en las 2 naturalezas de Cristo (la Divina y la humana, puesto que los monofisitas sólo creían en la naturaleza divina de Jesús), a lo que él se negó. Con esa prueba, el Papa presiona al emperador Justiniano, que con la ley en la mano no tuvo más remedio que destituir a Antino por pertenecer a la herejía monofisita, con el consiguiente enfado de su mujer Teodora.


Cuando junto con algunos monasterios de Constantinopla, Siria y Palestina, pretendía continuar su labor anti-monofisita expulsándolos de Constantinopla, enfermó gravemente (supuestamente por el veneno suministrado por la pareja imperial) y falleció en esa ciudad, siendo enterrado con grandes y solemnes funerales como nunca antes se había visto. Fue devuelto a Roma en un ataúd de plomo.


Las relaciones con Justiniano ya no fueron buenas desde el principio en ese corto periodo de tiempo, puesto que el emperador (mejor dicho su general Belisario) conquistó Cartago y pretendió devolver las iglesias a los clérigos arrianistas, a lo que Agapito I se negó enérgicamente puesto que los neoconversos no podían acceder a cargos de gobierno en el seno de la iglesia. Lo más probable es que muriera envenenado por Teodora.



Silverio (536-537 dC) (hijo de Hormisdas, asesinado por Teodora), Muere al no querer restituir (de nuevo) a Antino, según algunos de hambre y penurias, según otros Antonina, la mujer de Belisario (amiga íntima de Teodora y ex-compañera de ésta en la profesión más antigua del mundo) manda asesinarle en el exilio.



Vigilio (537-555 dC) (fin de la creencia en la reencarnación, presuntamente asesinado por Justiniano a la vuelta del 2ª Concilio de Constantinopla)



Pelagio I ya era declaradamente anti-Orígenes pero sorprendentemente en el año 553, (entre la finalización del Concilio y la muerte de Vigilio), Pelagio encabezó una revuelta contra las conclusiones del II Concilio de constantinopla, pero Justiniano le promete a Pelagio que sería Papa a la muerte de Vigilio, (con la condición que intentara evitar más cismas).


Pelagio I consiente tal soborno de Justiniano y el resto de la curia, molestos por su connivencia con el poder imperial, provoca el Cisma de Aquilea, Milán, Rávena y otras diócesis se separan de la iglesia Romana. A partir de entonces, la Iglesia Copta Egipcia junto la Eritrea y la Etíope forman las Iglesias ortodoxas Orientales y nunca volverán a formar parte del catolicismo ni del cristianismo ortodoxo, puesto que tienen su propio patriarca.


El papado de Pelagio I de todas maneras sólo dura 4 años. Y Justiniano aún tiene tiempo de conocer a su sucesor.



JUAN III: durante su papado (561-574) muere Justiniano, pero el caos que provocó la invasión lombarda de los lombardos germánicos arrasó con todos los datos sobre su pontificado, aunque se sabe que tuvo que solucionar, al menos para las zonas europeas, el Cisma de Aquilea que había provocado el edicto de Teodora y Justiniano con la publicación de “Los TRES CAPÍTULOS”.



EL FIN, NO HAY CRIMEN SIN CASTIGO

Visto todo lo anterior, como si hubiera sido juzgado y condenado por la justicia divina, el fin de Justiniano estuvo precedido de toda una serie de catástrofes y grandes desgracias como nunca hubo anteriormente, incluida la muerte prematura de su esposa Teodora.

Descúbrelas en el último capítulo de esta fascinante historia de poder y corrupción.


EL FIN DE JUSTINIANO


Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"

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