Lo que nadie te cuenta físico

La palabra "Toxico" proviene del griego "toxikón phármakon" que significa "veneno de arco" . Según Paracelso, "Sólo la dosis hace el veneno". Todo en su justa medida es potencialmente tóxico. Incluso comer mucho es tóxico. Pero eso ya deberíamos saberlo, ("por la boca muere el pez..."). La población más longeva del mundo se encuentra en Okinawa. Jiroemon Kimura de 116 años declaró; “el secreto para una vida sana y larga es comer en pequeñas cantidades”.

Gran parte del cerebro humano se ocupa del procesamiento visual, entonces somos seres mayoritariamente visuales. El sentido de la vista nos ayuda a reconocer peligros (colores chillones en insectos = venenosos, p.e.).

Esto no ocurre exactamente así en el caso del olfato. Percibir un olor de huevos podridos, significa para todo el mundo que la carne o el pescado están pasados, pero otros olores mortales, como la laca de uñas por ejemplo, pueden llegar a ser percibidos como "agradables".

Muchos de los venenos que se introducen en nuestro cuerpo lo hacen por la piel, y son inoculados por nosotros mismos a través de cosméticos o productos de limpieza personal o doméstica.

Para prevenir tanto una intoxicación leve como un daño crónico, es apropiado conocer que no todo lo que se vende en las tiendas es bueno para nuestra salud.

Partiendo de la base de que el riesgo cero no existe en seguridad alimentaria, nuestro deber es conocer todo aquello que puede afectar negativamente nuestra salud y la salud de los que nos rodean. Una vez tenemos la información, nosotros decidimos qué hacer con ella. FELITIA no aconsejará ser vegetariano o macrobiótico, ni promocionará una dieta en detrimento de otra. Conociendo como trabaja el metabolismo humano y con los datos en la mano, cada uno decidirá libremente qué camino tomar.

El cuerpo es nuestro vehículo y debemos cuidarlo los primeros 40 años de vida (mientras disponemos de enzimas protectoras). Luego será tarde para recuperar el tiempo perdido.