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Cuando una persona siente la llamada de la meditación, se enfrenta a una serie de elecciones. ¿Qué tipo de meditación debo seguir? ¿Cuál se adapta mejor a mi forma de ser? ¿Voy a saber estarme quieto o quieta, en silencio mientras dure la práctica meditativa? Todas esas dudas pueden ser resueltas en este, intentaremos, corto artículo.
LOS ABANDONOS EN LA MEDITACIÓN
Aunque ya hemos visto anteriormente la importancia de la meditación para frenar la generación de las hormonas relacionadas con el estrés, (a través de la regeneración del nervio vago), muchas personas dejan de practicar debido a que el día a día nos atropella, a la falta de voluntad/constancia, o principalmente en los jóvenes, aburrimiento del método.
Meditar es aburrido si no tienes una motivación extra. Meditar porque está de moda, o porque se ha hecho un curso que ha dejado huella, siempre es positivo. Pero es mejor aprender a meditar por una razón, o sea una motivación (un motivo), para pasar a la acción. Cada persona tiene su motivo, lo que le proporciona las fuerzas necesarias para no abandonar en los momentos de flaqueza. Encuentra el tuyo antes de empezar siquiera a plantearte estrenarte en el arte de la meditación.
Una vez tienes tu motiva-acción, los métodos a tu disposición son variados y existe uno para cada tipo de personalidad. Desde el "andar lento consciente" (kinhin) que se practica entre sentadas en el zafu, hasta la meditación vipassana, la zen, el Tai-chi, el tiro con arco japonés llamado Kyūdō o la antigua práctica de la "Plegaria del Corazón", cristiana.
Pero todas ellas no sirven de nada si no se ejercita antes un músculo que los occidentales tenemos atrofiado, el músculo de la concentración.
LA CONCENTRACIÓN
La meditación tiene dos componentes principales, la 'Atención Correcta' (Satti) y la 'Concentración correcta' (Jhana), y ambas se fundamentan principalmente en el 'Control Consciente de la Respiración' llamado "Anapanasati" (que significa "Atención plena en la respiración").
La concentración es a la meditación, lo que los esquies a esquiar. ¿Se puede esquiar sin esquíes? ¿Difícil, verdad? Pues tan importante es lograr una buena capacidad de concentración para tener éxito en la práctica meditativa.
Durante la concentración se establecen las bases mediante las cuales se asentará el edificio de la práctica meditativa. Sin concentración la mente divagará de un tema a otro, provocando el efecto conocido como "la mente del mono", que irá saltando de rama en rama, de pensamiento en pensamiento, continuamente, lo que perpetúa el estrés y la falta de desconexión de la generación de hormonas negativas como el cortisol o la adrenalina.
Mediante la concentración en algo, (una vela, o un mandala), la mente se mantiene ocupada en un objetivo secundario, permitiendo a la consciencia seguir con el objetivo primario, que no es otro que seguir potenciando el músculo de la atención. El objetivo real es "parar la mente" de forma progresiva para que las glándulas suprarenales consigan frenar la producción de hormonas al dejar de sentir una amenaza real o ficticia que desencadena el mecanimos conocido como "lucha o huida".
LA MEDITACIÓN EN 3D
Otra forma menos conocida de ejercicio pro-concentración, es la visualización de imágenes estereoscópicas mientras se medita y respira mediante anapanasati (link inferior). Mediante la observación de pares estereoscópicos, la mente intenta reconfigurar lo que cada ojo está viendo por separado para unir ambas imágenes en una sola, lo que consigue mantener ocupada la capacidad visual del cerebro, que es una fuente continua de distracciones y un gasto de energía enorme.
Gurús como Yogananda o el mismo Dalai Lama recomiendan meditar con los ojos abiertos puesto que es lo habitual mientras estamos despiertos, y la forma en que afrontamos los problemas cotidianos. La explicación científica es que si cierras los ojos al meditar, la glándula pineal detectará oscuridad, y empezará a generar melatonina, lo que aumenta el riesgo de la somnolencia improductiva. "Crees" que estás meditando, pero lo único que haces es dormirte despierto. También es útil bizquear ligeramente mirando dos dedos más allá de la punta de la nariz, así lo aconsejan también antiguas tradiciones que aparecen por ejemplo en libros como "El secreto de la Flor Dorada".
Veamos el ejemplo más sencillo que puede desarrollarse combinando dos imágenes en una sola y bizquear un poco. El punto superior es la referencia que debes unir para generar una imagen en 3D. En este caso debes conseguir mantener la concentración para poder visualizar DE REFILÓN (no directamente), una cruz perfecta durante el mayor tiempo posible. AVISO: sin un control total de la respiración, esta práctica será imposible y el palo vertical se moverá continuamente. Inhala durante 5 segundos, exhala durante 5 segundos. Centra tu atención en el círculo central resultante, sin intentar mirar la cruz directamente. Y ten paciencia.
Aunque parece fácil no lo es tanto. Pero sigamos avanzando. Todas las fotos que verás a partir de ahora, se visualizan mucho mejor en la pantalla de un portátil o de un pc, pero el efecto es el mismo.
Muchos libros hablan de los pares esteoscópicos y los efectos desestresantes que ofrece su comtemplación. De uno de ellos hemos sacado las siguientes imágenes:
Nadie debe tener prisa en visualizar correctamente estos pares estereoscópicos. Existen personas que nunca podrán verlos. Se requiere mucha paciencia y una respiración de acero. Pero la prueba de fuego se encuentra en las imágenes en movimiento. Y eso requiere mucha práctica y dedicación constante (y una cierta capacidad del cerebro para procesar información de forma rápida).
Con la base de todo lo visto hasta ahora, para los valientes que quieran probarlo os dejamos un vídeo que hemos realizado a propósito del artículo en el que, con calma y paciencia, pueden apreciarse estructuras en 3D en movimiento sin necesidad de gafas polarizadas. ¡Necesitaréis también unos buenos auriculares!
INICIACIÓN A LOS PARES ESTEREOSCÓPICOS
Esperamos que este artículo haya servido para dar testimonio de que la llamada meditación es un campo muy amplio con multitud de herramientas, que en última instancia persiguen un único objetivo: la disciplina y la constancia de superar la mente del mono, 'parar el mundo' y llegar así a un estado de paz y quietud favorable a nuestra salud física, mental y espiritual.
Luis Boleda es el coordinador espiritual de FELITIA GLOBAL COACHING®, instructor en Mindfulness y autor del libro "La Wifi de Dios"
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